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13) EL CLUB DE LOS LOCOS

 


En el aula se ha formado otro club, pero ya no de locas que comparten un amante en común, sino de locos o locos que quisieran ser locas o locos que no aceptan que son locas o locos que fingen ser locas.

Este nuevo club esta conformado por Salvador, Percy y Washington, tres buenos amigos.

Juegan imitando a ser gays, parejas, tocándose indecorosamente las tetillas o poniéndose las manos en todo el pectoral. A Huarmey, la única mujer de ese grupo, le disgusta que se toquen de esa manera, ya pues chicos pórtense bien que parecen homosexuales –los regaña a cada rato.

Huarmey piensa que se comportan así desde que Salvador se unió al grupo y empezó a enseñar esas raras mañas.

Percy es el más alto de grupo (por cinco centímetros), va al gimnasio dos veces por semana, estudia inglés, le gusta caminar abrazando al que lo acompaña, es el más efusivo a la hora de coger pezones y es algo hueco.

Washington es el punto de las bromas de los otros dos. Su estigma es haber estado con Mariana, las burlas se basan en anécdotas sufridas en el tiempo que duró esa tormentosa relación. Juega muy bien al taco, habla con propiedad en todo momento y le fascina lucir su escultural cuerpo atlético con polos ceñidos.

Salvador también es el centro de las burlas debido a que tuvo una aventura de verano con una chica del aula. No le gusta mucho acariciar los pectorales de sus compañeros delante de otras personas pero cuando están los tres solos se deschava. No es muy aplicado en los estudios pero tiene la voluntad de figurar positivamente con los profesores.

La amistad entre Washington y Salvador surgió de una manera extraña. En el primer ciclo no se odiaban pero tampoco se estimaban. Salvador pensaba (influenciados por terceros) que Washington era uno de esos sabelotodos insoportables, engreído y gilipollas. No hizo el más mínimo esfuerzo de conocerlo o tratarlo, simplemente le caía mal.

Sorpresivamente a inicios del segundo ciclo, Washington se sentó en el grupo de Salvador y sus amigos (sus razones debió tener), Salvador lo masticaba pero no lo pasaba, lo excluía de los grupos de trabajo y en la carpeta vacía colocaba su mochila impidiendo que se sentara: disculpa pero está ocupado este asiento- le decía hipócritamente.

La amistad comenzó a surgir cuando en plena celebración del cumpleaños de una compañera prácticamente de lucha libre, Salvador le contó que tenía unos textos que le podían interesar, no le cobraría por dárselos sino que se los daría intercambiando historias de similar contenido.

Washington aceptó y así compartieron algunas infidencias amorosas. Tres viernes consecutivos trataban textos y empezaron a hablarse, a conocerse y a joderse. Salvador lo ayudó a crearle un blog.

Ahora son buenos amigos, hasta el punto que Salvador se ha duado con el celular de Washington para hablar ilimitadamente con él. Trabajan juntos en todas las tareas grupales y se bromean mutuamente con lo que coincidieron alguna vez.

Washington, Percy y Salvador después de clases van a jugar al billar, los dos últimos son malísimos en darle a la billa y casi siempre pierden. Se tocan las nalgas con el taco.

Al margen de las bromas y toqueteos, este trío es un ejemplo que la mariconada lo une todo: Salvador y Washington no se caían y ahora se consideran como hermanos.

Salvador debido a que escribe pavada y media en su polémico blog perdió un buen amigo y con esas clases de historias ganó otro.

 

lunes 31 de marzo de 2008

12) EL EMO DEL EMOLIENTE

 


Estaba viendo el nuevo programa del canal par, conducido por dos payasos y una siliconeada; el nuevo bodrio de la televisión peruana presentaba un reportaje sobre unos adolescentes trasnochados con disfraces de punkerito estadounidense que se hacen llamar emos.

Él no tenía nada que hacer, prefería ver ese programa en lugar de la gordita caviarona del otro canal par.

Los emos le parecieron extraños (como a todos), reprimidos, con complejos foráneos, dementes, sin ningún ideal para actuar así.

A punto de quedarse dormido (el programa era soporífero), suena su celular; era Sandro, su amigo de la universidad: oe Roger ¿qué haciendo? –pregunta Sandro- nada, viendo la tele ¿por qué? –contesta Roger- ven a mi jato pues, estoy con unos patas conversando y tomándonos unas chelitas –propone el amigo- no pasa nada, mañana tengo clases y debo descansar –se niega Roger- ven pues, no seas atorrante, es que hay un patita, amigo de Fabricio que me está llegando al pincho y está hablando huevadas sobre la vida y no sé qué más mierdas y yo sé que tú eres medio filósofo pues y le puedes hacer la bronca en esas huevadas –le pide Sandro produciendo la risa de Roger- y ¿qué huevadas habla? –pregunta Roger- puta no sé que la vida no tiene sentido y que la vida es mierda, pero ¿vienes o no? –se impacienta Sandro- ya, voy en un toque –afirma Roger- chévere… pero traes algo de plata porque ya se están acabando las chelas –pide el amigo-.

Suena el timbre, oe Rodrigo deja de hablar huevadas y ábrete la puerta pues. Lo primero que ve Roger es un tipo de contextura lánguida, vestido de colores oscuros (negro y fucsia) con un jeans apretado a la cadera, polo ceñido, con rimel en los ojos, cabello lacio al extremo (al estilo japonés), como los tipos raros del programa aburrido. Coloca su brazo en la puerta impidiendo la entrada y dice dirigiéndose el dueño de casa: ¿este es Roger? Si déjalo entrar –ordena Sandro- ok, pasa –invita Rodrigo en tono marica-.

Desde que se sentó no le quitaba la mirada, le parecía muy rara la coincidencia de conocer un emo el mismo día en que los vio en la tele. Los demás se interrogaban con preguntas como: ¿siempre te vistes así? ¿por qué te quieres matar? ¿qué música te gusta escuchar? ¿eres gay? ¿te han violado de chiquito? Rodrigo les contestaba todas sus interrogantes sin ofenderse, no era gay o bisexual porque aún no tenía ninguna experiencia sexual ni con hombre ni con mujer (a pesar de sus diecinueve años) y si fuera así no tendría problemas de decirlo, tampoco lo violaron, no cree en el amor porque lo considera un sentimiento traicionero: cuando de verdad amas a alguien o consigues obtener el amor, éste se escapa y te deja peor de lo que te encontró –argumentó el chico raro-.

Roger escuchaba con atención todo lo que decía el emo, no pronuncia palabra alguna desde que entró a la casa, solo bebía su cerveza taciturnamente. Y a ti, te comieron la lengua –preguntó Sandro- nada… escucho lo que dice el pata y me parece interesante ser diferente a los demás, vivir tu propio estilo, pero no estoy de acuerdo con eso de amor ¿por qué? –intervino el emo- porque el amor es fundamental para todo, amas tu trabajo, tu carrera, a tu vieja, sin amor estás jodido, vas a ser un resentido, como la canción de Fito Páez en “No se lo digas a nadie”: nadie debe, ni nadie puede vivir vivir sin amor… -todos ríen excepto Rodrigo.

La reunión acaba sin discusión ni peleas, todos se retiran medios ebrios o picados, lamentablemente Roger y Sandro no pueden continuar tomando porque tienen clases el día siguiente. Por mera casualidad Roger vive cerca del paradero del emo. Roger decide acompañarlo a tomar un taxi. Intercambian celulares, correos electrónicos, algunas miradas coquetas, acuerdan salir algún día y conocer más. Rodrigo le regala una pulsera negra de plástico como recuerdo.

Han pasado dos semanas y Roger no sabe nada del su amigo el emo, le escribe mail proponiéndole lugares de encuentros pero no recibe respuesta alguna. Le pregunta a Sandro si sabe algo del emo de la otra noche, ¿no me digas que te gustó? No nada que ver, si te pregunto es por curiosidad nada más –responde tímidamente Roger- si huevón… pero ten cuidado porque esos son unos locos del carajo -aconseja el amigo.

Al final de sus clases, obligadamente tenía que caminar algunas cuadras para tomar el colectivo que lo llevaría a su casa debido a los trabajos de reconstrucción de la Av. Arequipa; su facultad quedaba cerca de a la Plaza España, lugar invadido de noche por los emos, cuando caminaba por allí pensó quizás encontrarse con Rodrigo, caminaba sin rumbo por la plaza, veía un montón de Rodrigos, vestidos igual que él, con similares peinados, similares vestimentas, pero ninguno como él.

Después de dar varias vueltas sin éxito se canso de buscarlo y caminó hacia la Av. 28 de Julio, entristeció por no encontrar a su emo, se volvió a enamorar, prometió no volverlo hacerlo después de desilusionarse de una mujer que le pagó mal.

Es que así es Roger enamoradizo, basta que le hagan un mimo o una caricia para fijarse en esa persona, una mirada cariñosa, un beso apasionado para pensar que esa persona es la mujer o el hombre de su vida. Con el emo fue diferente, a pesar de ser algo exigente en sus gustos (sobre todo en el físico), lo que le encantó del emo fue su manera liberal y descabellada de pensar, no importarle lo que digan los demás sino vivir libremente, ser así en Lima es ser un mártir, una ciudad prejuiciosa, hipócrita, maldita, destinada a ser la escoria de Sudamérica (por eso tiene el alcalde que se merece).

Casi al llegar al cruce de la Av. Arequipa y 28 de Julio, observo un grupito de emos en uno de esos kioscos de mala muerte que vende una bebida de dudosa salubridad llamada emoliente, estos están por todos –pensó. Al peder las esperanzas de encontrar a Rodrigo, caminó de frente sin fijarse si su nueva ilusión se encontraba allí. Oe Roger –le gritaron a lo lejos y sin reconocer la voz siguió caminando, después escuchó que alguien corría detrás de él, se asustó, oe sobrado, por que no me haces caso, te estoy llamando desde la esquina-.

Era su entrañable emo, en esta ocasión se había cambiado de peinado pero continuaba con el laceado extremo, se contuvo las ganas de abrazarlo, no sabía que responderle, ¿te haz asustado al verme? No para nada, sólo que no esperaba encontrarte por acá, ¿qué ha sido de tu vida? –pregunto Roger- nada… me fui de viaje con unos amigos y regresé hoy. Mientras conversaban desde el puesto de emoliente llamaron a Rodrigo; puta… me están llamando mis amigos, no quieres venir con nosotros –propuso el emo- mejor no, quizás los incomode. No pasa nada, de aquí nos quitamos a la Plaza España a tomarnos unos tragos, ven no más no seas tímido.

Roger aceptó, les presentó a sus demás amigos, no le cayeron tan mal pero se sentía algo incómodo caminar con esas chicas y chicos raros, creía que era el lunar del grupo. Por un momento también pensó en convertirse en un emo pero después recapacitó y dijo: no, ni cagando me visto así, parecería payaso. Una vez en la plaza se juntaron con más emos, todos lo miraban mal como preguntándose: y este de donde salió.

Tomaron ron, cerveza, vino y por falta de dinero Punto G. Conversaban de los mismo de la otra noche en la casa de Sandro, del amor, sexo, de la vida, de eso que ellos llaman sistema, Roger no escuchaba esas sandeces y solo contemplaba a Rodrigo con la mirada, le excitaba verlo intervenir, ofuscarse con cada opinión, contemplar a su hombre defender sus ideales.

Ya estaba por amanecer (4:30 a.m), muchos ya se habían ido; el serenazgo y la policía los esparcía para que abandonen la plaza invadida. Vamos a otro lado –propuso el emo- ¿a dónde? –preguntó Roger- tú sólo sígueme Ok, pero pásales la voz a tus amigos. Tú sígueme no más, déjalos a ellos. Caminaron dirigiéndose a 28 de Julio, doblaron a dirección a la Av. Brasil, andaban por la pista sin importarles que pasara algún carro, llegaron al Campo de Marte, demoraron un par de minutos en escoger el lugar donde se sentarían. Rodrigo se tiró al pasto, Roger le siguió, el emo se puso a su costado y le preguntó: ¿te gusto?, Roger se sorprendió y no sabía que contestar ¿por qué me preguntas eso? –dijo- No te hagas, yo sé que te gusto, lo noto en tu mirada, cuando me hablas, cuando estás a mi lado –argumentó el emo-. Después de varios minutos de silencio: Si me gustas y un huevo y hasta creo que estoy enamorado de ti. El emo se rió de manera exagerada, de qué mierdas te ríes –gritó Roger- es que no puedo creer que alguien se haya enamorado de mí, yo no puedo amar ni querer –explicó Rodrigo- esas son huevadas tuyas, por tu maldita forma de pensar crees que el amor y el afecto no existe –gritó Roger con lágrimas en los ojos- no pienso discutir contigo, solo te digo que te vayas y te olvides de mí.

Roger se puso de pie, escupió al piso, miró al emo dormirse, se le tiró encima, lo besó apasionadamente (o se esmeró para que fuese así), le cogió el sexo y comenzó a sobársela, el emo hizo lo mismo, ambos se vivieron a la vez, siguieron besándose, mordiéndose los labios, jugando con sus lenguas, sus manos. Dime que no sientes nada por mí y me largo –exigió Roger- Rodrigo no contestó y comenzó a besarle el cuello con el fin de dejarle una marca, al terminar le contestó: No.

Nuevamente Roger se volvió a enamorar de la persona equivocada, otra vez sus sentimientos quedaron destrozados con la negativa del emo, de repente sea por su inexperiencia, por su reprimida bisexualidad, por no conocer a la persona completamente antes de sentir algo por ella o por imbécil.

Ahora cuando ve a los emo los escupe sin pudor.

 

sábado 22 de marzo de 2008

11) CHATEANDO CON EL ENEMIGO

 




Miércoles 19 de marzo, 09:45:20 p.m:

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Habla, q haciendo…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
aquí, leyendo los blogs de los imbeciles del salón, q se creen escritores, en especial uno q escribe sólo mierda

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Te refieres al miserable d Luno (q nombrecito para más gay, digno de él), q fue lo ultimo q ha publicado??

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Una historia acerca de una tal Midori, creo q es la tipa del salón q se cree japonesa; los resultados de su puta encuesta y sus mierdas de canciones

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Ese idiota, ya no tiene imaginación q escribe sobre gente sin importancia

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Si… lo bueno q lo están atacando en su c.Box, un tal Luno Lunero, le dice de todo
Jajajaj

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Si lo leí, pero tambien ataca a Midori, al Gato y últimamente al rockero

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
No eres tú, Luno Lunero???

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Para nada…
Pero me alegro q le digan la verdad a ese miserable, me hubiera gustado ser yo quien se lo diga pero se me adelantaron…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Puta, q hipócrita eres, si te hablas con ese miserable y hasta le pides ayuda en algunos trabajos o_O

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
tú también oe, a veces te he visto sentado a su lado conversando

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
si… somos un par de hipócritas con ese pedazo de mierda… pero ya llegará el día q lo mande a la misma

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Y eso porq??

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Porq escribe pura mierda, se computa periodista y el sabelotodo del salón (especialmente en el curso de cultura), esa clase de gente debe morir triturada con mis colmillos

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Pero aún me intriga saber quién es ese tal Luno Lunero, tambien hay un tal Hugo Chávez, Gatorro, Stephany.

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Yo creo q Luno Lunero es el rockero, q tanto lo detesta
Lo q no comprendo porq se mete con Midori, si ella no le hace daño a nadie ni el Gato

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
No sé… a mí todos esos imbéciles q se mueran por seudos literatos

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Pero a Luno lo quiero matar yo, en la noche, asfixiarlo con su propia almohada, quemar su cuerpo y devolvérselo a su vieja en una lata de conserva de pescado

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Um… yo creo q tienes una bronca más personal con él
Quizás te rechazó o te dejo arrecho en una salida

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Q mierda hablas, si yo no soy cabro
Tampoco creo q él lo sea, más bien el se hace el gay para marketearse como Juan Balby

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
De repente, pero igual sigue siendo detestable. Aunque no se puede negar q le esta saliendo bien el marketeo

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
A q te refieres??

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Ese pata ya no es ningún desconocido, se está ganando una figura en el salón, con los profes y si sigue así se hará famoso en toda esa mierda de universidad, hasta una vez me dijo q sus “Memorias Mierdas” saldrían en la revista de la facultad

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Si eso es verdad, esa facultad va a parecer una cloaca empezando con el decano…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:Jajajaja
Si tienes razón…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Pero sabes, en el fondo ese Luno Lunero me kae bien, le dice la verdad y jode a todo el mundo… sí q tiene talento para insultar
Y sabes porq se tiene bronca con el rockero??

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Creo q fue porq el pedazo de estiércol, usó su nombre en una mariconada y desde allí comenzó todo…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Así!!! Lo leí en su historia del rockero y el blogero, se habrán amistado???

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
No creo, porq ni se hablan y yo q me siento cerca de él escuché q un pata le preguntó si se hablaba con Luno y el dijo: Y quién es Luno??? No lo conozco…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Q buena!! xD
Ojalá q el rockero sea un de los tanto q se peleen con el escoria ese, una tal Stephany tambien lo maletea en su c.Box, no??

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
See… creo q es la germa del primer ciclo, una colombiana q se sentaba a su lado…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Q?? también escribió, sobre ella??
ese maldito, sí q choka con todos…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Si escribió, la historia se llama Las cosas raras…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Y porq chucha no escribe sobre su vieja, sus maridos, y se deja de joder a la gente…
Pobre q escriba sobre mí, le saco las tripas y hago chanfainita con ellas…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Sigo insistiendo q lo tuyo es algo personal, pero en fin, tú sabrás…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Q insinúas…???? O_-

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Olvídalo…
Mira hablando el gay de Roma… se acaba de conectar al Msn

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
LO VOY A JODER…!!!!!!

10 minutos después…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Q fue q te dijo???

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Nada no me contesto casi nada…
solo me pregunto si estaba en mi jato y si le puedo mandar unas ojas de psiocología…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
estaba chekeando el blog del gato… miauch!!!
y lo único bueno q tiene es una poema y los comentarios de Luno Lunero, donde también ataca al pedazo de carne podrida de Luno.

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Sabes si el miserable tiene una palta con Mariana (la ex de El Gato)

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Ese imbécil tiene paltas con todos, pero con ella no sé mucho, sólo q estaban saliendo antes q terminara el primer ciclo, nada más…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Y q raro q no se digne a escribir nada sobre ella o lo q tuvieron, si él vive en una vitrina desde q tiene su porkería de blog…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Sierto…
allí hay algo raro… yo no hablo mucho con Mariana como para preguntarle algo 

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
dicen q Luno cuando toma se pone media loka y kiera con todas…
jajaja

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Con todas o con todos?? O_o

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Ya te dije q ese puto no es gay sino se hace no más…

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
y tú como sabes eso, si nunca vas a las fiestas de cachimbos o a las reuniones de esos imbéciles

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
por lo q la gente habla ps

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
No puedo creer q hayamos pasado como media hora hablando sobre ese mierda..
ni q fuera importante…

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Si ps..
acabo de recordar q tengo q hacer una vaina…
ya no hay pasao al museo, cierto??

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
No se canceló hasta el lunes

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Q chévere, así pasaré la semana santa sin hacer nada y chupando

Asociación de enemigos de bloggeros dice:
Ok
yo me kito
bye

Mentiras, tan solo mentiras (b) dice:
Bye, nos vemos...

Pobre infeliz, si supieras q desea q Luno azote mis nalgas con su látigo de carne -pensó-.


PD. Gracias a mis amigos de la Galerías de Wilson que me ayudaron a obtener esta chistosa conversación.

 

jueves 13 de marzo de 2008

10) NEKOMIDORI

 


Ella es una niña eterna. De mente pura sin maldad, cree que todos son buenos y compasivos. Tiene complejos japoneses, a pesar de tener el apellido más peruano que una papa.

Proviene de una familia conflictiva, llena de problemas, intentos de divorcios, separaciones frustradas por no abandonar a sus dos hijos Midori y Susake (su hermano menor).

Lleva consigo dos intentos de suicidio, se enamora muy rápido, ha sido muy rechazada en su colegio, se ha atrevido declararse a los chicos en que se fija obteniendo en casi todas (o todas) una respuesta negativa al punto que no la llamaban por su nombre sino como: La Arrechazada; no porque sea fea, no no no, sino porque piensa, actúa diferente a los de su edad.

Para aliviar esos males del corazón, colabora con sus amigos a escribir cartitas de amor o dibujos al módico precio de un sol. En esas caricaturas o misivas se descarga palmando todo lo que siente a sus amores no correspondidos, sus ninios inalcanzables o imposibles.

Su primer intento de suicidio fue cuando se enteró que sus padres se divorciarían y estaban rifándose quien se llevaría a Midori o Susake. No soportó la idea de separarse de sus padres e ingirió veneno para las pulgas de sus tantos perros que tiene. Por suerte su hermano se dio cuenta al verla tirada y convulsionando en su cuarto.
Menos mal que el tóxico no dañó las paredes del estómago (debe tener estómago de burro) y fue solucionado con un lavado gástrico.

Después de lo sucedido, sus papás la interrogaron para saber por qué lo hizo, ella no les contestaba sólo soltaba lágrimas al verlos dizque preocupados. Decidieron enviarla al psicólogo, no resultó, no quería soltar palabra alguna ni al bendito psicólogo que le hacía preguntas tras preguntas y dibujar cojudeces, ni mucho menos a sus padres que discutían por todo a cada momento, su único desahogo era dibujar mangas o escribir poemas.

Soltó una palabra recién a la quinta sesión con el psicólogo preguntó, sus padres se enteraron por fin el motivo de su intento de quitarse la vida, sus problemas internos, sus amores no correspondidos y retrasando una vez más su divorcio.

……………………

Al finalizar la secundaria no sabía qué estudiar, mejor dicho, no quería estudiar. Se inscribió a un club japonés de niños adictos al Yu-hi-oh o esa clase de juegos, esperando así encontrar a su príncipe que le rescatara del infierno de su hogar.

Midori en cuestiones de chicos es algo exigente, le gusta los altos (metro ochenta, mínimo), de tez clara, cabellos castaños y el requisito primordial de ojos rasgados; de carácter serio y con poses de malo pero que en el fondo sean más cándidos que Blancanieves o sea ella quien descubra ese lado oculto.

Se lleva bien con todos, a la mayoría de sus amigos los abraza, los apachurra y les dice cosas caroñosas, les pone sobrenombres tiernos; los quiere, les cuenta sus problemas, sus vivencias, sus conflictos, sus desamores; algunos sienten pena por ella y corresponden a esos cariños pero sin tomárselos muy a pecho.
De los besos y abrazos, ha surgido un sentimiento especial entre Midori y Shun, ninguno se atreve a confesarlo pero con las caricias se sobreentiende. Él no es precisamente el tipo de hombre que se ajusta a los requisitos de ella; es bajito, de tez trigueña y no es muy serio sino muy jocoso y extrovertido y como en todo el mundo sucede, esas exigencias valen un bledo a la hora de enamorarse.

……………………

Llevan seis meses de enamorados, el padre de Midori lo detesta porque cree que él es el motivo de que su hija llegue todos los días muy tarde de noche. La niega cuando Shun la llama por teléfono, ella odia a su padre por oponerse a su relación: viejo maldito, hubiese sido mejor si te hubieras divorciado para dejarnos en paz –le gritó una vez. Han planeado escaparse fuera de Lima o al menos lejos su casa en Surquillo.

Pero de qué vamos a vivir, sino yo no sé hacer nada –le preguntó Shun- no tengo ni la menor idea, sólo quiero estar junto a ti –contestó Midori- ya deja de pensar como una niña de ocho años, tienes dieciséis, planifica tu futuro, ya no puedes seguir viviendo de los sueños –se enfada él- mi único sueño es estar a ti lado, mi amado Shun. Esa fue su primera pelea, Midori lloró mucho, dejo de comer, llamaba insistentemente a la casa de su principito sin éxito para comunicarse. En sus reuniones del club, él la ignoraba y ella le rogaba para que volvieran, que ya se olvidó de la idea de escaparse pero que no la deje sino muere.

Shun la aceptó (por pena), ella de emocionada le entregó su virginidad, no se arrepiento de haberlo hecho, ahora se siente más mujer y según ella más madura. Él se lamenta de haberla poseído porque cree que está más comprometido y será muy difícil dejarla.

………………………

Se decidió por estudiar comunicaciones en una universidad de clase media limeña, al principio no le gustaba la idea pero al pasar los días se fue acostumbrando. Conoció nueva gente, algunos compartían los mismos gustos por el manga y anime (o complejos). Su enamorado andaba algo celoso porque sus conversaciones ahora era entorno a sus amigos de su facultad, ya no de sueños o planes a futuros.

Como ella se enamora muy rápido se está fijando en un compañero, también muy opuestos a sus requisitos y muy parecido a su Enano (es así como ella llama a Shun), este chico no le hace mucho caso, solo le corresponde a sus besos y abrazos pero nada más; él está ilusionado de otra compañera del aula a pesar de que tiene novio, él no pierde las esperanzas de que algún día ella se fije en él. ¿Quién hará más feliz a este muchacho, si Midori o la otra chica? Eso nadie lo sabe, sólo el destino.

Midori está empezando a tener alucinaciones raras, impuras o indecorosas; imagina a su compañero desnudo (con el sexo algo pequeño), eso le sucede todos los días, mira a su compañero de carpeta y lo ve calato, llegando a pensar en él cuando su Enano le hace el amor. Es por eso que escribe la clase de historias en su blog (otra forma de desahogarse), de amplio contenido sexual y erótico.

Ahora está en la disyuntiva de dejar a su Enano por intentar algo con su compañero. Dejar algo sólido y concreto como la relación con Shun por una ilusión erótica y a la vez pasajera.

………………………
Amor, tengo que confesarte que últimamente estoy sintiendo cosas raras por un amigo de la universidad, lo estoy pensando a querer de la misma forma en que te quiero a ti o quizás más. Ojalá me entiendas, nunca me ha sucedido y no sé que hacer.
Shun rabioso termina su relación con Midori, la manda al diablo y le dice adjetivos gruesos, desde arrecha hasta imbécil. Ahora ella está libre, ya no sentirá culpa si declara su amor abierto por su compañero, no se atreve a decírselo sólo ha intentado besarlo en la fiesta de cachimbos pero él no se dejó. Le envía cartas, dibujos de ositos, poemas donde expresa su amor, al final de la clase encuentra todo sus trabajos o cartitas rotas en el tacho de basura.

En esa situación lleva aproximadamente un mes, entre rechazos y mandadas al carajo. Extraña a Shun y sus mimos, ha intentado hablarle (no le dirige la palabra), lo llama a su celular (no le contesta), le envía mails (no le contesta), va a su casa en San Isidro (no le abre la puerta), le escribe cosas por el MSN (le pone no admitir); ya no sabe que medio usar para expresar sus deseos de regresar y seguir como antes (como si fuese fácil).

¿Qué mierda quieres? Ya déjame en paz, no quiero volver a verte ni saber de ti. Midori está muy triste y arrepentida, ya se dio cuenta que no debió dejar a Shun por una simple ilusión.

No se da por vencida y pasada las diez de la noche y se fue a la casa de su Enano, le rogó para que la deje entrar y poder conversar, en el cuarto de él, le explica lo que sucedió con su compañero, ya es muy tarde, eso debiste pensar antes de dejarme por ese cretino. Shun sale de su cuarto y se va de su casa, la deja sola, se tira a la cama donde fue amada antes, observa en su mesa de noche las fotos que se tomaron juntos en Larcomar, se dirige al baño y encuentra el afeitador de su amado; enciende la radio y suena Sweet child of mine de Guns and roses, se vuelve a echar en la cama y se corta muy lentamente la muñeca derecha con el afeitador que encontró.

………………………

Shun nunca la perdonó, Midori está asimilando a paso lento ese mal momento. Escribe historias (sin erotismo) en su blog acerca de el compañero que se ilusionó, aconsejándolo que se aleje de la chica que se fija en todos pero no quiere con nadie.

Salvador, otro compañero de aula, le pregunta si volverá a escribir poemas o historias sexuales; es que ya no tengo en quién inspirarme, él le aconseja que vea alguna película porno, no, nada que ver, esas películas me dan asco. A mí también, le contesta Salvador.

Se ha fijado en otro compañero, Kai, ella lo llama su mascotita y desea capturarlo antes que la chica que se fija en todos pero no quiere con nadie, lo haga por ella.

Esta historia fue escrita, a pedido de la propia protagonista.
Te quiero mucho Midori, ojalá encuentres ese príncipe que te rescate del infierno de tu hogar (como quisiera tener los ojos rasgados, para ser él).

 

lunes 18 de febrero de 2008

9) LAS VIEJAS AMISTADES

 


Nunca imaginó pasar un día tan especial como el de los enamorados o de la amistad con ellas. No pensó encontrarlas en la cita de trabajo de la encuestadora miraflorina.
Como de costumbre llegó tarde (tenía miedo que no lo dejen entrar por eso) le mintió al vigilante diciéndole que lo habían citado a esa hora, el aula estaba casi llena, quedaban pocos asientos disponibles y estaba en duda si sentarse atrás o adelante, hasta que escucho una voz lejana que le dijo: oye bebé, siéntate acá.
Era Doña Jimena que estaba acompañada de Betty, Julia, Josefa y Angélica; señoras que conoció en la encuestadora donde trabajaba antes. Se sorprendió al verlas, chicas, miren es Salvador –dijo Doña Jimena- y todas lo saludaron a la vez. Ven hijo, siéntate a mi costado y cuéntame qué ha sido de tu vida, qué estas haciendo ahora que estás sin chamba? Salvador tímidamente le contó que seguía estudiando en la universidad y no encontraba algún trabajo que le convenga. Si pues hijo la situación está difícil, menos mal que mi hijo Albertito me mandó una playa de los yunaites sino cómo haría para sobrevivir –le contó Doña Jimena-.

Buenas tardes señores, bienvenidos a la empresa, mi nombre es Gustavo Torrejón y soy gerente de recursos humanos de Apoyo S.A. Qué chistoso apellido de ese gordito –interrumpió al oído de Salvador- que conchuda para hablar de gordito o de repente esta tía no tiene espejo –pensó Salvador-; el señor con nombre de torreja grande les explicó la metodología del trabajo, los horarios, el sueldo que percibirían (nada mal), y el tiempo que tomaría hacer ese estudio. ¿Alguna pregunta o alguien que no está de acuerdo con lo expuesto anteriormente para pasar a capacitarlos? –dijo Torrejón-; las amigas de Salvador empezaron a bombardearlo con preguntas (la mayoría casi tontas): ¿Cuántos turnos hay? ¿Sino nos van a supervisar constantemente? ¿Qué distritos vamos a caminar? ¿Nos van a dar uniformes? ¿Hay premios al mejor encuestador? ¿Cuántas preguntas tendrá el cuestionario? ¿Pagan en cheque o en efectivo? Puta madre, viejas de mierda porqué no se callan y dejan de joder con sus preguntas –pensaba Salvador que sentía vergüenza de sentarse con ellas.
Cuando el señor Torrejón volvió a preguntar si todos estaban de acuerdo con el trabajo, las señoras preguntonas no contestaron y salieron del aula en fila india. Ven Salvador, este trabajo no te conviene –le dijo una de ellas- Salvador se paró inmediatamente y las siguió.
Caminando por la avenida Pardo todas rajaban del señor Torrejón, de la falta de aire acondicionado del salón y mientras ellas chismeaban, él meditaba sobre esa oportunidad de trabajo y llegó a la conclusión que en realidad no se ajustaba a su horario de estudios y sería muy fatigoso trabajar domingos.
Ay chicas, ahora que hacemos, no hay trabajo en la otra empresa y aquí era muy matado hacer encuestas, no sé qué hacer creo que tendré que vender mi cuerpo para no morirme de hambre –dijo Doña Jimena arrancando las risas de todas las demás. ¿Quién va a querer tirarse tremendo cuerpo de tamal? –pensó Salvador-. Ay Jimenita eres tremenda, no respetas que hay un niño caminando con nosotras –agregó la Sra. Julia- ¿Qué niño, lo dices por Salvador? Que va a ser niño este, no le ven que está medio gordito, de repente está teniendo mucho sexo por eso hasta la huata le esta creciendo. Todas se volvieron a reír escandalosamente, haciendo que las personas que transitaban por la misma acera voltearan a verlas. A Salvador se le puso el rostro colorado de vergüenza, no sabía como responder a tal atrevimiento. Ya no hables así, que vas a avergonzar al chico –dijo la Sra. Betty- Es una bromita pues Salvadorcito, no te vayas a molestar, no más. –se disculpó Doña Jimena- Pierda cuidado, hable con toda confianza. –replicó Salvador-.

De pronto la señora Angélica recibió una llamada. Después de hablar largamente por su celular, contó emocionada a las demás: Chicas me acaba de llamar un familiar de Datum, diciéndome que vaya urgente aquí cerquita a Larco porque están recibiendo encuestadores para un estudio nuevo y también me dijo que las lleve a ustedes por si acaso. Al fin de van estas viejas –pensó Salvador- Ojalá que les vaya bien en esa chamba, yo las dejo –dijo él- ¿Cómo, no vas a ir? De repente también entras a trabajar con nosotras ¿O acaso tienes algo qué hacer? –preguntó Doña Jimena- No, nada –contestó Salvador- ¿Entonces? Vamos no seas tonto. Subieron a un taxi, las señoras se sentaron atrás (cómo lo habrán logrado porque todas son gordas y el auto era un Tico), Salvador en el asiento de adelante miraba a los turistas en parejas caminar: Quién como esos tipos que andan con una gringa y yo tengo que aguantar a estas viejas –pensó -.

Llegaron a la empresa, había mucha gente parada frente a ella, el vigilante les dijo que estaban recibiendo personal hasta hace media hora. A doña Jimena le intrigaba porque había tanta gente parada como si estuviesen esperando algo y le preguntó a una jovencita y le contó que estaban ahí porque es día de pago y también porque se está realizando un Focusgruop para jóvenes de dieciocho y veinticinco años. Se acercó rápidamente a Salvador y le dijo que entrara y así de repente ganaba algún premio, al principio a él no le gustaba mucho la idea debido a su timidez pero presionado por todas entró al local y alrededor de media hora salió contento con su mochila nueva en las manos. Ya vez Salvadorcito te ganaste una mochila nueva y así no querías entrar, hijo –le dijo la Sra. Angélica-.

Desanimadas por haber llagado tarde, una de ellas se le ocurrió la idea de ir a tomar un café, se la contó a las demás y todas aceptaron. Doña Jimena cogió al Salvador del brazo y le dijo: vamos, hijo a tomar un cafecito que yo te invito. Llegando al parque Kennedy Doña Jimena alzó la voz y casi gritando expresó: Miren, ahí está el Haity, siempre he querido entrar porque dicen que venden un café delicioso, vamos chicas. Pero sin con las justas tenemos para el pasaje, como diablos vamos a entrar a un lugar tan caro. Estas tías, sí que están locas –pensaba Salvador y se mantenía callado.

Entraron al café, casi la mayoría de personas voltearon a verlos, se sentaron arrastrando las sillas (menos Salvador) lo que produjo más miradas hacía ellos. Se les acercó un mozo brindándoles la carta. A ver qué hay de bueno para pedir… UD. Que me recomienda joven –dijo Doña Jimena dirigiéndose al mozo- Lo que guste señora, aquí estamos para servirla –contestó el mozo- Salvador ¿tú que vas a pedir? Algo barato no más hijo (risas de las demás) No te preocupes bebé, pide lo que quieras, tú eres el rey ésta tarde. Salvador no sabía qué decir, no tomaba café debido a que sufre de gastritis pero al final se animó por un capuchino con crema de leche (lo pidió sin mirar el precio) Si invita, que invite bien, la vieja esta –meditó-. Las demás solicitaron un simple café acompañado de panes con diferentes complementos.
Ay, chicas les cuento, la otra vez lo pillé a Salvador caminando de la mano con una bajita por el Centro de Lima, bien cariñosos y besucones andaban –contó la Sra. Angélica- ¿Así, cuéntanos todo Salvador? –pidió Doña Jimena- Sólo era una amiga que la estaba acompañando por el Jirón Quilca –explicó Salvador- Estos chicos de ahora, chapan y toda la cosa y después la llaman amiga –dijo Doña Jimena- de verdad, era una amiga no más, nada serio –agregó Salvador con voz tímida- con tal que te cuides y no hagas nada malo, puedes salir con quien quieras, hijo, como dicen: si vas hacer algo malo hazlo bien. Porque las chicas de ahora son tremendas, ya no se cuidan ni les importan su futuro, tienen sexo por tener, ya no protegen su cuerpo, por eso Salvador siempre lleva un condón contigo. –aconsejó Doña Jimena- si supiera –meditó Salvador-.

Les trajeron los cafés, empezaron a chismosear, Salvador las escuchaba con atención, pensaba en terminar su café, dar una excusa cualquiera e irse. Las señoras conversaban acerca de sus maridos, sus hijos, rajaban de sus ex jefes, las solteras de su última aventura, Salvador con frases breves, trataba de meterse en la conversación pero era inútil, hasta que una de ellas le pregunto: ¿Y tú, Salvadorcito, las mujeres te han tratado bien? Salvador, empezó a tenerles confianza y se explayó contándoles su última anécdota. Si pues, es que las niñas a esa edad no saben lo que quieren. Pero tu eres un bien muchacho, trabajador y estudioso, así que vas a encontrar a una que te va a querer, no hay apuros y sólo dedícate a estudiar y ahora doble porque tu hermano te está pagando la universidad y tienes que demostrarle que no está desperdiciando su dinero y déjate de perder el tiempo con chicas que con valen la pena –le dijo Doña Jimena con cierto frenesí a Salvador y éste sólo atinó a decir: tiene usted razón.

La conversación seguía por más de una hora, ya iban por una segunda ronda de café, Salvador se convirtió en una señora chismosa más, como siempre hablaba en doble sentido haciendo que las demás se rían exageradamente, también hablaba con sarcasmo (como siempre), Este chico, sí que me hace reír, resultaste tremendo Salvador, tú deberías tener tu programa en la tele como el Juan Balby (Salavdor odia que le digan eso).
Hace mucho que él no tenía una conversación de esa naturaleza, dejo de lado el moderación que tenía al principio por estar en un lugar caro, disfrutaba la risa de las demás, también compartía los chistes con el mozo que les traía las galletas, pensaba que esta reunión nunca debe terminar, comenzó a tenerles más cariño a esas señoras chismosas.
Sintió el calor de madre que nunca tuvo.



PD. Agradezco las muestras de apoyo que recibí de manera personal o mediante los comentarios instantáneos de personas que jamás imaginé recoger.
No pienso dejar de publicar mis “Memorias Turbias”, pese a quien le pese, se moleste quien se moleste, aluda a quien aluda. Pretendo ser periodista y en ese largo camino no me dejaré amilanar por resentidos o enojados con cada historia.

 

viernes 8 de febrero de 2008

8) UN SERIO DILEMA

 


Salvador quiere ser periodista, entrevistador y hacer las preguntas más fastidiosas, tener un programa político y tumbarse al presidente de turno, ser dueño del diario que más se venda en todo el Perú, ser un líder de opinión.

Para eso estudia en una universidad de clase media limeña, piensa ser todo lo anterior así termine o no sus estudios. Él cree que en el Perú no es difícil ser periodista; el entrevistador más famoso de ese país (no sabe si es famoso por ser entrevistador o por declararse bisexual) tiene quinto de secundaria; la única conductora de un programa político no es periodista sino abogada, el narrador del noticiero de un canal par tampoco lo es sino que es filósofo; el director del diario de la derecha ha estudiado economía. Pero entre los que no estudiaron periodismo y lo ejercen hay excepciones, como el señor que fue despedido catorce veces de la televisión y cinco veces del periódico y que nunca se vendió, no se dejo mandonear por los dueños de los medios, siempre ha sido el lunar entre los comunicadores, siempre andaba contra la corriente, su boca no fue un anexo de la gerencia de publicidad.
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Un día, a las once de la noche Salvador estuvo viendo la televisión, en la aburridísima parrilla de canales peruanos a esa hora no hay mucho que ver, haciendo zapping encontró un programa donde el señor que nunca se vendió hablaba de unas firmas falsas, lo hacía con cierto frenesí que no se atrevió a cambiar de canal (a Salvador nunca le interesó la política); al pasar de los días continúo viendo ese programa, debía de tener un diccionario al lado porque hablaban palabras que no conocía y así aprendió a usarlas y pensaba: este viejito es mejor que la gorda del otro programa. Imitaba la manera venenosa de cada pregunta y las aplicaba a sus profesores de la secundaria, ellos le decían: tú debes ser periodista porque eres bien chinchoso. Empezó ha interesarse por esa profesión, ha leer en los periódicos la sección política, ha leer a González Prada, ha odiar a El Comercio.

Al terminar la secundaria, dijo: quiero ser periodista, postuló en la embajada de España para estudiar becado en alguna universidad (lo rechazaron), averiguó e ingresó a la escuela Bausate y Meza (no le cayeron bien los apristas), decidió postular a San Marcos (no tuvo éxito) ya derrotado, trabajó en una encuestadora evasora de impuestos y explotadora; juntó algo de dinero y no sabía qué hacer con él, un familiar le propuso estudiar en una universidad que está surgiendo (lo pensó muchísimo), postuló e ingresó (fue el examen más fácil que haya rendido), estaba emocionado, al fin estudiaría en la universidad.
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En su primer día de clases, llegó tarde y al sentarse pisó a una morenita que le dijo: ten más cuidado oye, como Salvador era tímido sólo hizo un gesto de disculpas. Pasaron tres semanas y aún no se hablaba con muchos, salvo con un par de de chicas y lo único que hacían era contarle sobre sus enamorados y lo que hicieron el sábado pasado, por dentro pensaba: huecas de mierda, mejor dedíquense a estudiar cosmetología.
Los cursos no le parecían complicados, y no se preocupaba en estudiar para las prácticas, esperaba ser el primero del salón y menospreciaba que los demás puedan superarlo en sus notas. En la primera exposición en el curso de Teoría de la Comunicación, jodió a todo los que exponían con preguntas que los ponían en aprietos, uno de los integrantes de su grupo adicto al rock y a la música electrónica le dijo: tío, no jodas a la gente con tus preguntas que cuando expongamos nosotros se van a vengar. No te preocupes a esos me los paso por los huevos, además un periodista tiene que ser ladilla –contestó Salvador- ¿a qué te refieres? –preguntó el rockero- mira, yo quiero ser entrevistador y a mí me gustaría que mi entrevistado no la tenga fácil es por eso que hago preguntas fastidiosas y entrometidas.
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Salvador de niño no tuvo muchos amigos; detestaba el barrio donde vivía, jugaba solo en su cuarto, recién empezó a salir a jugar con sus vecinos a la edad de ocho años, le disgustaba que ellos fuesen cochinitos, que se trepen a un descampado con el fin de sacar cañas para armar sus cometas, como él era bien delicado demoraba en trepar y salía lastimado en las piernas y rodillas por eso su madre le decía: ya te he dicho que no juegues con ellos porque siempre terminas herido.

Era el nerd del grupo, todos lo molestaban por su manera de caminar, le decían que caminaba como pato, ese apodo continuaron diciéndole hasta en finales de la secundaria. Con sus amigos del barrio aprendió muchas cosas (buenas y malas), ha robar frutas y verduras para preparar ensaladas comunales, a trepar muros, le enseñaron a pelear (al comienzo fue duro ya que peleaba como una señorita y siempre perdía), a tirar piedras a los serenazgos que los perseguían por pintar las paredes de las casas más acomodadas de San Miguel, aprendió a meter mano a las chicas que mojaba en carnavales, a dejar de tener asco cuando veía una película porno, a bajar por el acantilado de la Costanera para buscar (según ellos) oro o cosas valiosas para luego venderlas y con ese dinero poder entrar a la piscina del colegio militar Leoncio Prado, pero lo único que encontraban eran bolsas de basuras, fetos, focas y pelícanos muertos.
Una vez intentaron cocinar ceviche con la carne del pelícano se mataron a hondazos, no pudieron cocinarlo porque no lograron robar los limones; también intentaron ser pescadores pero ya al fondo del mar a uno de ellos se le cayó los remos y estuvieron varados toda una noche, Salvador por supuesto no paró de llorar y le juró a diosito que ya no robaría en el mercado si lo salvaba.

En fin, aprendió lo que metido en su cuarto jugando con sus muñecos de Transformers, nunca aprendería. Supo querer a su barrio, a estimar a sus vecinos y a convertirse en un cochinito. Después de trece años se mudó, ya no los ve, todos se dispersaron por Lima, solo ve a uno cuando espera en el paradero por su micro y apenas se dicen: habla.
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En la secundaria, se fue soltando, tenía más amigos hombres que mujeres; siempre hacía el ridículo jugando fútbol y como arquero no tapaba ningún tiro del adversario, todos lo apanban y decían: oe pato de mierda, tájate una al menos sino vamos a perder, pero el marcador terminaba ocho a cuatro o diez a tres. En el salón trataba de sobresalir con bromas a los demás o con exposiciones ridículas, en sus notas no le iba tan mal (nunca tuvo un rojo en la libreta), conoció a sus mejores amigos (o eso es lo que él cree), unos mellizos con nombres de hermanitos de un cuento. Al principio su mejor amigo no le caía muy bien, siempre lo andaba persiguiendo a todos lados (Salvador pensó que ese chiquillo se había enamorado de él), luego se acostumbró; también conoció a la primera chica que se enamoró de verdad y con la que tuvo que terminar por culpa de su suegro fascista, espero cuatro años para declararle su amor por y la linda amistad que tenían se derrumbó en los seis meses que duraron como novios. A su mejor amiga la conoció en el último año de colegio, él la ayudaba con sus tareas (su hermano tenía celos de ello), también en ese último año trató con todas las chicas del salón (a diferencia de los otros años ellas lo detestaban), postuló a ser alcalde del colegio, perdió, hizo todo lo posible para tumbarse al alcalde o al menos quitarle popularidad como presentar proyectos para el mejoramiento del colegio (todos copiados de Internet), organizar campeonatos de fútbol, crear círculos de estudiantes más aplicados para competir con otros centros educativos, al final se convirtió en un alcalde sin título, volvió a presentarse como candidato y volvió a perder, de venganza le robó la banda al alcalde y dijo: si yo no la gano, entonces será de nadie.

En el colegio fiscal de Magdalena además de aprender la poca educación que le brindaron; aprendió a tratar bien a las chicas, a besar sin botar baba, a bailar reggeton, a fumar, a no pelearse por cosas sencillas, a caminar por un mercado sin jalarse algo, a vestirse adecuadamente, a plajear en los exámenes, a pegar chicle en los asientos de los profesores, a beber cerveza y a organizar campeonatos deportivos. A diferencia con los amigos de su barrio, con los de su promoción aún se ven, salen esporádicamente a Barranco los sábados a bailar reggeton desenfrenadamente, va a la casa de sus mejores amigos tres veces por semana y les cuenta como le va en la universidad. Su mejor amigos está recluido en un cuartel militar y su hermana baila música brasilera en discotecas miraflorinas.
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En la universidad no sabe si tiene amigos, cree que su único amigo es el profesor que lo lleva en su carro los miércoles y viernes y que gracias a él se ahorra los pasajes. La relación con el profesor es amena, disfruta cuando él le cuenta sus memorias en el mundo periodístico, sus infidencias cuando fue asesor presidencial, cuando lo invita a comer a su casa y degusta la mejor comida que haya comido (porque en su casa son muy austeros y sólo dos veces por semana comen carne), gracias a ese profesor ha subido ligeramente de peso.
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El problema de Salvador es, que por falta de amigos, da confianza rápidamente a la gente que conoce, no les cuenta su vida íntima (es bien cauteloso en eso), pero si concede algunos permiso, muchas veces se arrepiente, pero él tiene mucho miedo a la soledad, a que nadie le hable o lo trate. Antes la soledad le gustaba mucho, los fines de semana le rogaba a su madre a que se fuera a la casa de alguna amiga o familiar con el fin de quedarse solitario, apagaba todas las luces (le encanta la oscuridad) y se ponía a escuchar música o a ver alguna película porno, a meditar sobre su futuro o a leer las cartas que le enviaba su padre a su madre cuando éste se encontraba de viaje. Ahora la soledad lo deprime, ya no sabe como convivir con ella, se refugia en la lectura pero no es suficiente, no tiene enamorada desde que acabó la secundaria y las chicas por las que se interesa no le hacen mucho caso.
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Y en su afán de ser periodista y literato, escribe para un blogspot, desde que lo hace a ganado muchos problemas y perdido algunas amistades. No quiere escribir sobre lo que no siente, lo que no ha vivido, lo que no le han contado. A partir de que publicó su primera historia, lo único que ha escuchado es: no tenías derecho a escribir sobre mí, sobre lo que te conté, sobre mi intimidad. El torpemente trata de explicarles que si hay una similitud entre los personajes de y sus amigos es pura coincidencia. Él sería incapaz de escribir sobre la gente que quiere (familia o amigos cercanos); una vez lo hizo indirectamente, usó los dos nombres de un amigo al que estima mucho, ahora está muy arrepentido (el amigo aún no lo perdona). Y ese es su serio dilema: o deja de escribir y se lleva bien con todos o lo sigue haciendo y se quedará solo.

Está pensando seriamente dejar de escribir, a llevar la fiesta en paz; ha creado historias que no se atreve a publicarlas, sobre las confesiones sexuales de un amigo (al menos él aún lo considera su amigo), su primera enamorada y la vez que lo encontraron teniendo sexo en una terraza, su última desilusión amorosa.

Ese serio dilema lo persigue (medita mucho acerca de ella), una amiga cada vez que termina de leer una historia nueva de su blog le pone como comentario: Muy buena historia. DON´T STOP, también le recomienda a seguir adelante, a no dejarse intimidar ni vencer por los intolerantes o agua fiestas que se molestan o se resiente por sentirse aludidos.
Él no sabe que hacer y quizás ésta sea su última historia.

 

miércoles 30 de enero de 2008

7) INCIDENTE EN EL BAR

 


OK, iré a la disco pero espérame en el parque Kennedy porque no quiero llegar solo. Siempre tenía miedo de llegar solo y caminar por las calles oscuras de Miraflores, todos los sábados iba a alguna discoteca gay, no tiene una preferida pero le encanta la que haya chicos lindos y buena música. Quiere ser abogado, estudia para eso, se ausenta los lunes debido a que la resaca aún no se le pasa y estar sentado cinco horas le produce un ardor en su trasero más de lo que le deja sus amantes sabatinos.

La mayoría de amigos de la universidad son mujeres y los pocos hombres lo estiman por su carisma a la hora de conversar y su nivel de conocimientos de diversos temas. No se atreve a exponer su lado homosexual porque teme al rechazo y sólo se lo confiesa a sus amigas y ellas lo quieren más, hasta una le dijo: no te preocupes Manuelito, además los gays son más confiables y nos podemos contar nuestros secretos.
………

Entre César y Manuel existe cierta rivalidad, los dos compiten por ser el primero del aula, saben que ambos son bisexuales y han hecho un pacto de no divulgarlo. Manuel le recomienda a César a ir a discotecas gays; en esos lugares uno puede ser libre, puedes baliar y besarte sin prejuicios, anda y verás que te divertirás y hasta te consigues un novio –aconseja Manuel- yo iría pero en esos sitios son bien mandados, uno recién entra y ya te quieren chapar o sacar plan –aduce César- no nada que ver, ese un juicio errado de la gente acerca de los gays, creen que por el hecho de serlo uno es promiscuo o es mandado –contesta Manuel-. Ya pues antes de acabar el ciclo vamos y me presentas a la gentita del ambiente.

Ni César y Manuel se atraen, ambos tienen gustos diferentes al primero le gustan los chicos altos (mínimo metro noventa), de tez blanca y ojos verdes y si se puede italianos o franceses, mientras que a Manuel no es exquisito en el físico con tal que sepan mover bien el cuerpo en el baile y divertidos en la cama, no hay problema.
………

Manuel es hijo de un empresario bananero en la selva peruana, vive solo, no tiene novio (no le gusta las ataduras), se peleó con sus padres cuando lo encontraron durmiendo con un chico en su cuarto, lo echaron de la casa y su hermano mayor a escondidas le da una mensualidad lo suficiente para mantenerse y pagar sus estudios pero para él no lo es y se ve obligado a vender poca la ropa que le compra.

Su hermano lo quiere sin importarle que sea gay; le conseja a cuidarse, a no dejarse pisotear por la gente que lo insulta y responda a esas ofensas como un hombre aunque le cueste trabajo hacerlo.
……..

Cuando toma se desconoce, el alcohol invade su parte conciente y no se controla en sus actos. Trata de sobresalir del lugar de donde está, baila de la manera más exagerada atrayendo las miradas de todos y cuando se fija en un chico no se queda tranquilo hasta tenerlo encima de él.

Últimamente no ha tenido suerte en el amor, solo acontecimientos sexuales pasajeros, aún no consigue quien lo ame, lo entienda y sepa ayudarlo con sus problemas familiares y amígales, los chicos en que se fija le responden con indiferencia, él piensa que eso se debe porque es bajito y por su acné en el rostro (se ha puesto toda clase de cremas pero ninguna da resultado); se refugia en la drogas (la cocaína es su preferida), cuando no tiene mucho dinero va a los lugares más míseros de Barranco y compra marihuana de dudosa originalidad.

En los estudios no es perseverante, falta los días que debe de exponer, el interesa la política (en el futuro desea ser político), hace las preguntas mejores elaboradas en el curso de Derecho Político y sueña con publicar sus artículos en cualquier diario, donde defienda los derechos de los gays (a casarse y a adoptar niños).
………
Después de clases le dio ganas de tomar, tenía algo de dinero, invitó a dos amigos, a Ramiro (que tiene por apodo “Padrecito” debido a la pelada que tiene de tipo monje franciscano) y a Fabricio (le dicen “GianMarco” por su parecido al cantante famoso de su país) y dos amigas que responden al nombre de Cristina y Lucìa. Bebiendo conversaban acerca de las chicas del aula, le parecían todas unas gordas enanas con complejos de Paris Hilton, excepto tres chicas pero lamentablemente son estudiosas y no están interesadas en tener enamorado; rajan de los profesores y de la universidad calamitosa en la que están.

En el fondo a Manuelito le gusta el Padrecito, no se atreve a decírselo, solo se consuela al contemplarlo cuando habla, cuando hace chistes de doble sentido (chistes de gays, aunque eso le moleste, él no le interesa con tal que el Padrecito esté a su lado). GianMarco es callado, habla lo necesario (o cuando se lo piden), le jode que la gente lo llame como el cantante famoso, sino manda al carajo a los que lo llaman así es porque no es belicoso y no le gusta pelearse con los demás. El padrecito es medio homofóbico, ha notado cosas raras en Manuelito aún no se lo ha dicho pero se lo dirá porque cada vez más esas cosas raras le molesta mucho.

Oe Manuel, verdad que tú vas a las discos gays de Miraflores? –pregunta GianMarco- si a veces voy pero no tan seguido –responde Manuel- pero no te da cosa ir a esos sitios llenos a cabros –agrega el Padrecito- no, yo no tengo ningún problema en ir porque simplemente me divierto sin pensar en los otros, además yo no soy homofóbico o algo por el estilo –contesta Manuel- pero igual en esas discos hay mucho maricón que hacen cochinadas, yo ni cagando voy a sus lugares porque a mí los cabros me dan asco –manifiesta el Padrecito-. Manuel sonríe por lo dicho por el Padrecito y piensa: si supieras huevón que quiero que me la metas hasta al fondo. Pero uno de estos días los invito a ir para que vean que no es así como ustedes piensan, bailan y toman como en una discoteca cualquiera –propone Manuel- no gracias brother ahí no más, yo paso antes muerto que pisar esos sitios –se niega el Padrecito- por mí normal, no tengo ningún problema de ir cualquier día, pero con tal que no se me pegue lo raro –agrega GianMarco-.

Ya se hacía de noche, estaban medios ebrios, con cuatro cajas de cerveza encima, Manuel ya no estaba muy conciente, si tomaba lo hacía por inercia, el Padrecito tenía ganas de bailar reggeton y plantea ir a una discoteca llamada Mizzian de la avenida Arequipa, todos aceptan, las chicas se van al baño con GianMarco, el Padrecito se va a tomar aire fresco al balcón del bar, se relaja; de pronto siente que alguien lo abraza por detrás, le besa la oreja y escucha: Padrecito me gustas como mierda, era la voz quebrada de Manuel. Qué te pasa huevón, ponte bien. –grita el Padrecito- en serio, me gustas un montón ¬¬–dice Manuel- puta madre, no me jodas y ponte bien o te saco la mierda. Los gritos se escucharon hasta el alejado baño, GianMarco y las chicas salieron rápidamente, Qué pasa, porque los gritos –pregunta GianMarco- éste huevón que empieza con sus cabradas, ya sabía que eras maricón Manuel, vete a la concha tu madre y no te vuelvas a dirigir a mí porque te golpeo maldito gay –advierte el Padrecito.
………
Camina solo por toda la avenida Arequipa, evadiendo a las prostitutas que le decían: ¿papito, me llevas? Calla puta de mierda yo lo hago mejor que tú y gratis –susurraba Manuel-. Llegó a la disco gay del Jr. Los Pinos de Miraflores, inmediatamente se acerco a un grupo de chicos, lo miraron con cara de y esta loca de donde salió, no le dijeron nada, actuaban como si lo conocieran, bailaron, tomaron hasta el amanecer. Manuel invita al más guapo del grupo a su depa, éste acepta rápidamente, tienen sexo sin protección, Manuel mientras recibía castigo pensaba: Padrecito lo que perdiste por huevón.
Al despertar ve en su espejo una frase escrita con lápiz labial: Bienvenido al mundo del VIH.

 

6) EL BLOGGERO Y EL ROCKERO

 





HISTORIA DE UNA ENEMISTAD

Se conocieron en la universidad; al principio no se hablaban mucho porque el rockero es tímido, de pocas palabras, casi no se hablaba con nadie, sólo se dedica a dibujar cosas que él era el único que entendía. El bloggero también era tímido pero cuando le hacían la conversación se explayaba y exponía su forma de pensar, nunca se callaba nada y casi siempre esas pláticas terminaban en discusiones.
Al bloggero el rockero le parecía una persona muy extraña y tenía mucho interés en conocerlo, en preguntarle cosas, por más efímeras que fuesen todo valía con tal de arrancarle unas palabras. El bloggero era la única persona que se acercaba a él, a todos le parecía raro (algunos le tenían miedo) pero al bloggero importaba ser su amigo.

Tienen gustos diferentes, al bloggero le encanta el reggeton, el Grupo 5 y ver T.V. basura (como Laura Bozco), en cambio al rockero obviamente detestaba el reggeton, le gusta el buen rock (sobretodo el gótico), la música electrónica y no ve mucha T.V. El bloggero le dice que la música electrónica es para cabritos por la forma de bailar y el rockero le contesta: y lo dices tú, que lee los libros de Juan Balby y tiene comportamientos andrógenos?, produciendo la risa del bloggero que no se molesta por el comentario y no se gasta en explicar que él no es gay. Ellos conversan sobre literatura (o lo que saben de ella, que no es mucha), ese es su único tema de conversación; el rockero sólo lee novelas de terror (su autor preferido es Love Craft) también lee algo de González Prada y ha ganado premios por sus artículos en el colegio, al contrario del bloggero que sólo lee literatura barata (encima de jacta de eso), no tiene autor preferido sólo le gusta lo que escribe el presentador de T.V. Juan Balby porque es muy ágil de leer y a la vez entretenido. El rockero le aconseja: léelo con tal que no te vuelvas cabrito y te peines con flequillo. Además leí tu blog, está bien chévere, pero haces mucho hígado te pareces a González Prada, ácido y agudo. El bloggero le agradece por leerlo (era la única persona que leía su blog) y le dice que eso lo escribió hace mucho y ahora no le interesa escribir sobre política sino historia que pueda sincerarse y no censurarse por tendencias políticas que a él le importa un carajo.
…….

El bloggero trabaja en una empresa encuestadora, en realidad no trabaja porque el noventa por ciento de sus encuestas se las inventa en la cafetería de su universidad, lo hace porque piensa que la miseria que le pagan no justifica el esfuerzo que tomaría en hacer esas entrevistas. El rockero es el encuestado constante del bloggero, todo sea por el regalo le dice el rockero. La amistad se va intensificando, ya no sólo conversan de literatura, sino de temas personales, íntimas, ya se tienen cierta confianza para poder hacerlo y esperan que ninguno de ellos se traicione ventilándolas. Cada vez que un profesor encomienda un trabajo grupal, ellos siempre se unen y por lo general son los que le ponen más empeño porque el resto son una sarta de incapaces de hacer una sola diapositiva bien hecha.

El fin de año y de ciclo se aproxima, el bloggero perdió su trabajo en la encuestadora, no lo botaron sino que la empresa se fue a la quiebra; ya vez por todas las encuestas que falseabas esa empresa se fue a la ruina. No es por eso –le contesta el bloggero- sino que en esa empresa son unos imbéciles que no pueden retener a un cliente con buenos productos, pero en el fondo el bloggero está preocupado porque ya no sabe como pagará la universidad, el rockero le da ánimos y le dice en son de broma: haz como la canción No pares sigue sigue No pares sigue sigue.
……..

El bloggero se comenta que va a comenzar a escribir las historias que siempre quiso, y como se llamará esa historia? –pregunta el rockero- se llamará Carta a un vecino. El rockero se ríe pícaramente -ya me imagino que mariconadas publicarás. Ya te he dicho que esas vainas se pegan y te cuidado man.

Durante la clase de cinematografía conversan sobre sexo, sus gustos en la cama, sus comportamientos lujuriosos, el rockero le cuenta sobre sus travesurillas; en lugar de una conversación eso parece una entrevista porque el bloggero hace preguntas tras preguntas sacándole información interesante. Y tú man, no tienes enamorada o chica o alguien en que deposites tu torrente carnal? No, no tengo enamorada desde que acabé la secundaria –responde el bloggero- Pero ni siquiera te gusta alguien del salón? Ah… eso si pues, no sólo una sino varias, Andrea, Rebeca y Mariana pero ninguna me da bola porque las tres tienen enamorado. Más me gusta Mariana y apenas me hablo con ella y además está con el gilipolla que se cree orador.
El bloggero al fin publica su primera historia y se pone la meta de escribir una todos los lunes para su blog. Ese mismo día invita a sus amigos (que son pocos) a visitar su página. Algunos lo hacen y le preguntan ¿Eres gay? Y les responde de la misma manera a todos: no, esa historia es ficción, a mí nunca me la han metido ni he tenido amigos íntimos en la infancia. ¿Y porque escribes esas historias? Por que son fáciles de crea e imaginarse. Pero eso es falso, él escribe eso porque años atrás fue evangélico e hizo amigos y uno de ellos le contó sus incidentes de la infancia, le confió esos secretos porque el bloggero aparentemente era confiable. El amigo se fue de viaje, el bloggero al enterarse de ese viaje se animó a retratar esas vivencias en su blog, lógicamente cambiándole el nombre pero no el drama de cada historia. Al día siguiente el bloggero le pregunta al rockero si ya leyó recibiendo una respuesta negativa debido a que el rockero trabajo haciendo diseños publicitarios y eso le toma casi todo su tiempo, pero ya la leeré –promete el rockero-.

……..

El lunes siguiente vuelve a publicar otra historia, la titula Se vende ipod. Para eso usa como personaje a un tipo raro de su salón que continuamente anda escuchando música frenéticamente durante la clase, de aspecto andrajoso y siempre usa una mochilita tipo incaica. El andrajoso no se molesta sino se ríe y le dice: ya no tienes imaginación que tienes que escribir sobre mí. El bloggero le pregunta nuevamente al rockero si ya leyó su nueva historia, recibiendo nuevamente otra respuesta negativa: tío discúlpame por no hacerlo es que tengo bastante trabajo y no tengo tiempo de leer. El bloggero le dice: no te preocupes, cuando tengas tiempo lo haces –pero en el fondo se molesta.

Después de dos semanas, el rockero vía MSN le expresa: habla ipod!!! Ya lo leíste? –pregunta el bloggero- sí, y me gusto pero mucho Juan Balby!!! ¿A que te refieres? –se cuestiona el bloggero- Es que tus historias se parecen mucho a las de ese pata. Eso es pura coincidencia -contesta el bloggero-. Al día siguiente el bloggero le cuenta al rockero que está escribiendo una historia en basa a las intimidades que le narró durante la clase de cinematografía. El rockero no se molesta por eso y le recomienda algunas pautas pero el bloggero ni le hace caso.

El bloggero sigue publicando historias del mismo corte, sobre homosexualismo o bisexuales utilizando como personajes a sus amigos, compañeros de aula o gente que apenas conoce. El bloggero no quiere escribir de otra manera, no le da la gana hacerlo, cree tiene el derecho a fantasear con esas personas, a asaltar en las intimidades de ellos para urdir sus ficciones. Imputándoles conductas que no necesariamente son reales, atribuyéndoles comportamientos como él quiere.

El rockero se molesta mucho, y le dice que ya no debe usar a gente que le brindó su amistad de manera desinteresada en esas historias trasnochadas. Que él no tiene facultades para ventilar intimidades o secretos que otras personas ingenuamente le confiaron y se va a quedar solo si lo sigue haciendo (eso fue una estocada en el corazón para el bloggero porque él le teme a la soledad). El bloggero solo atina a reírse y no sabe como contestar a esos argumentos y le propone al rockero a escribir una historia sobre él, que si está bien hecha la publicará en su blog sin chistar y sin importar que esa cuento lo insulte o lo ponga como un marica y también le dice que en pro de la amistad ya no publicará lo que escribió sobre sus intimidades. El rockero acepta tal reto sin pensarlo dos veces y promete escribir tal historia.

………

Acabó el ciclo, el bloggero espera con ansias esa historia, el rockero aún no la había escrito, el bloggero lo apura y el otro alega que no tiene tiempo para hacerlo. El bloggero no puede esperar mucho y para provocarlo escribe un artículo usando indebidamente los dos nombres del rockero, también vuelve a usar como personajes de esa historia a un buen amigo suyo que andaba junto con unas amigas a todos lados.

Al principio, el bloggero no le tomó importancia el hecho de usar los dos nombres de su amigo, lo hizo por joder y ver si así de una vez por todas se anima a cumplir su promesa.

En la noche le llega al bloggero un mensaje de texto (SMS) que decía: Puta madre. Te fregaste. No contestes éste mensaje, sólo lee tu mail para más información. El bloggero se asustó muchísimo, entra a su correo electrónico inmediatamente, leyó la carta del rockero donde le pedía explicaciones del porqué usó sus dos nombres y que él no tenía ninguno derecho hacerlo. El bloggero le contestó y le pidió disculpas por hacerlo y que por favor tomara este incidente como una anécdota. El rockero le contesta con un SMS: OLVÍDATE DE TODO. DE TODO. El bloggero se volvió a asustar y le pide nuevamente disculpas y le pregunta que comprende eso DE TODO, el rockero no le contesta.

El bloggero le pide a Mariana (chica a la que el bloggero quiere mucho y sería incapaz de escribir sobre ella) que por favor interceda con el rockero para que lo perdone y le cuenta que le está enviando mensajes al rockero pero que éste no le contesta, luego recibe un SMS de Mariana que decía: Es que él ya estaba advertido. Yo se lo dije, no quiero ser parte de sus historias que no hacen más que degradar a la persona con simples impulsos sexuales (palabras del rockero). El bloggero se ofende y le dice por SMS que no se lo tome tan a pecho y que el no degrada a nadie sólo fantasea con ciertas personas, crea una historia y lo publica, que eso no es ningún delito que eso son historias y nadie debe darse por ofendido (el rockero no le contesta).

Por dentro el bloggero está arrepentido, ya tomó conciencia que no debió usar el nombre de su amigo, lo lamenta muchísimo, nunca esperó que el rockero se molestara de esa forma con él; extraña esa amistad, los momentos cuando conversaban de literatura, discutían sobre música, le narraba los libros de Love Craft, ahora valora más que nunca al amigo que perdiò y espera que iniciando el segundo ciclo puedan solucionar ese incidente.

(CONTINUARA)

 

jueves 24 de enero de 2008

5) LAS COSAS RARAS

 


Andrea es colombiana. Siempre anda de viaje debido a que su papá es ejecutivo de una cadena de hoteles y le disgusta acompañarlo a cada comisión. No hace muchos amigos en los lugares que conoce, siempre andaba sola la mayor parte del tiempo, su única distracción es chatear por MSN con sus amigos de Colombia. En uno de esos viajes le tocó ir a Perú; le encantó ese país por su comida, sus costumbres, su gente y lo cálido del clima. Al principio le costó adaptarse, sólo se habla con dos hermanos que viven frente a su departamento, la invitan a salir a bailar a las discotecas miraflorinas pero ella los rechaza por miedo a que le valla a pasar algo al salir con dos hombres.
Su primer día de clases fue atroz, se burlaron de ella por su acento, recibió el rechazo de la mayor parte de sus compañeros, le tiraban papeles, la insultaban; así fue en dos colegios siguientes, para ella era un martirio ir a estudiar, se arrepintió en escoger ese país lleno de ignorantes y gente intolerante.
Un sábado, finalmente aceptó la invitación de sus vecinos, la llevaron a una disco de Barranco, conoció gente divertida, fiestera y de buena onda, no como los molestosos de su salón. A partir de ese día no hubo sábado que falta a las discotecas barranquinas o miraflorinas.
......
Cansada que su papá no quisiera aumentarle la mesada, decidió trabajar de anfitriona en Asia, no ganaba mucho, pero era lo suficiente para sus gastos de diversión. Aún no se animaba a tener enamorado, los peruanos le parecían simpáticos pero no se atrevían porque tienen fama de mujeriegos. Sólo tenía aventuras de fin de semana, sólo besos y carias porque ella piensa que su primera vez lo hará con el chico que de verdad ame.
Conoció más gente, se cambió a un colegio donde la mayoría de sus compañeros los había conocido en la disco. Se encontraba feliz, al fin tenía amigos, encontró el lugar indicado para ser libre y ya no sufría los insultos en el aula, las presiones de su papá y de vivir una vida golondrina viajando a cada rato.
......
Se inscribió en una universidad limeña de clase media, no dejó de trabajar para demostrarle a su padre que podía mantenerse sola y no necesitaba de su dinero.
Estudiará derecho, igual que su padre, será abogada y piensa que defenderá a los inmigrantes que son maltratados en un país ajeno.
Esta vez, su primer día de clases no fue traumático como en el colegio, se hizo amiga de Vanesa, una chica poco comprometida con sus estudios y la mayor parte del tiempo solo habla de su enamorado, ella es bisexual y es muy acosada por los compañeros del salón debido a su escultural cuerpo, Andrea no lo es tanto porque es muy flaca y no tiene muchos atributos físicos y a los peruanos les gusta las chicas bien despachadas pero sin embrago no deja de ser bella.
Con los chicos de su salón no se habla mucho, ella es tímida para hacerle la conversación a un hombre y espero que sea él que empiece la conversación. Hay un compañero de salón, que le causa extrañeza y a la vez es su único amigo, no sabe si él se acerca a ella porque pretende algo o porque es gay. Sospecha lo último porque lee libros de un presentador de televisión muy famoso en Perú (Juan Balbi), que hace alarde de su bisexualidad; se llama Augusto, no es muy guapo pero tampoco es muy feo, al igual que ella trabaja para pagarse sus estudios, le encanta hacer bromas de doble sentido y muchas de ellas muy despectivas hacía, Andrea le conseja que ya no siga leyendo esas cosas raras porque va a terminar igual que Balbi, escritor y maricón, Augusto le explica que lee esas cosas por pura curiosidad y que él es bien varón y que si ella gusta se lo demuestra donde quiera, cuando quiera y por donde quiera.
La amistad con Augusto se fue intensificando más, lo llevaba a las discos y la cuidaba de algunos faltazos, cada vez que presentaba a Augusto a sus amigas le decía: no se preocupen chicas, él es gay produciendo la risa de todas.
Augusto nunca perdía la ocasión para robarle un beso pero Andrea, pero ella se rehusaba y le respondìa: si tú eres homosexual porque me quieres besar. Yo no soy cabro, siguieres te lo demuestro ahorita y hasta te hago un hijo –intentaba seducir Augusto-.
Después de las juergas Augusto se quedaba a dormir en el departamento de Andrea, ella le echaba llave a su cuarto por precaución pero Augusto se las arreglaba para verla cambiándose de ropa y después se agitaba el sexo a escondidas en el baño.
Augusto en realidad no es gay, se hace el gay para acercarse a las chicas y caerles simpático, a él le encanta las mujeres antes de cualquier verga, y si lee los libros, no se pierde ningún programa de Juan Balbi, es porque le gusta mucho su forma de entrevistar y de escribir, a veces cree que está estudiando la carrera equivocada y que él en realidad desea ser periodista.
......
La relación de Andrea con los demás se fue creciendo, la llamaban la colocha y la imitaban como hablaban, a ella no le molestaba que lo hicieran y se reía de ellos.
Rechazó propuestas para ser la enamorada de varios chicos, acaba de salir de una decepción amorosa y tiene miedo sufrir nuevamente. Le gusta un compañero de aula, él no le hace mucho caso, más caso le hace al alcohol, siempre se sale antes de acabar las clases a ir a tomar ron con un amigo de otra facultad. Ella le da mucha rabia lo que él hace y cuando puede le aconseja pero él hace caso omiso de sus advertencias. Cuando lo aconseja lo hace con mimos y caricias, besos y abrazos, se está ilusionando poco a poco, y se empeña a que él deje de tomar.
......
Su vecino no se da por vencido y a pesar de varios rechazos sigue cortejando a Andrea, la invita a comer a los Fridays de Miraflores, la lleva a las discotecas de Asia, andan en parapente por las costas de Lima, finge de guía y la lleva a conocer la Plaza Mayor, el Parque de la Exposición, La alameda Chabuca Granda y más lugares hermosos de la Gran Lima.
Andrea está dando su brazo a torcer y al fin aceptó ser novia de su vecino (Carlo), se entienden, tienen los mismos gustos, su madre de Carlo es también colombiana, con el tiempo se está enamorado poco a poco de él y olvidando al borrachín.
......
Llevan seis meses de enamorados, aún no tienen sexo, Carlo a veces se molesta con ella por no hacerlo y espera pacientemente que algún día se decida hacerlo, mientras tanto se consuela con su mano. Andrea todavía no está preparada para entregarse a Carlo, tiene miedo que él la deje después de haberle entrado su virginidad.
Ella le cuenta a Carlo, que un amigo de la universidad, escribe artículos subidos de tono o gays (para ser más claro) y los publica en la página Web de la facultad, coincidenmente el personaje principal de esas historias se llama Carlo, él no se molesta por eso, le causa risa que sirve de inspiración para un escritor (o proyecto de escritor).
De curioso; visita dicha página, le causa mucha risa las historias tan calenturientas, ese Augusto no es gay –pregunta Carlo por celular a Andrea- el dice que no, pero yo le creo porque siempre anda acosándome o está detrás de alguita chica –le responde – ah, entonces es bisexual. De seguro eso sí –afirma Andrea-. Augusto se entera que Carlo le agrada sus historias, le pide a Andrea que le mande saludos de su parte.
......

La relación se va deteriorando, Carlo ya no puede seguir esperando, ya van año y medio de relación y aún Andrea no se anima a darle su pureza. Le pone una fecha, Andrea se siente ofendida y da por terminada la relación, Carlo se va de viaje al extranjero; Andrea le cuenta llorando lo sucedido a Augusto, él la consuela y le explica que ese chico es un imbécil, que en realidad nunca la quiso y sólo la quería para tener sexo y nada más.
A la salida de clases, el salón prepara una fiesta de fin de ciclo en casa de uno de ellos; Augusto le dice Andrea que llegará tarde a la celebración porque tiene que acompañar a su madre al hospital, ella lo entiende y le pide que no se demore mucho.
Augusto, llega muy tarde, ya no quedaba mucha gente en la fiesta, sólo el dueño de casa, un gordito bonachón que lo ayuda en la realización de su página Web, un par de amigos y una chilena; casi ebrios y a Andrea con un vaso lleno cerveza en la mano, estaba casi inconciente. Te acabas esa cerveza y nos vamos –exigió Augusto- no me jodas, déjame tomar. Lo haces por despecho, y te vas a lamentar, mejor marchémonos de aquí y te llevo al depa a que descanses. No! –gritó Andrea- ándate tú si quieres a seguir escribiendo tus historias gays. El gordito bonachón se acerca a Augusto y le pide que ya no la moleste, que se termina la caja de cerveza y todos se van a descansar, Augusto tontamente le cree y deja las cosas como están. Andrea seguía bebiendo a vaso lleno debido a que todos (menos Augusto) jugaban a seco y volteado. Se hacía tarde, ya casi la media noche, Andrea se ponía coqueta con uno de los asistentes, éste la sacaba a bailar a cada rato una cumbia peruana o reggeton, poco a poco la seducía y Andrea no ponía objeción alguna; se besaron, y acariciaron ni vergüenza a que los demás los vean. Augusto se sentía impotente de no poder parar las bajas intenciones de éste chico. No soporta más y jaló a Andrea del brazo ahora sí nos vamos, y no me importa que no quieras. El seductor se opuso y le tiró un puñete a Augusto, le rompió el labio, mira a Andrea y le dice: Ojalá no te arrepientas de lo que hagas esta noche. Abrió la puerta y se marchó a su casa.
El día amaneció soleado, el ruido de los carros despertó a Andrea, le dolía mucho la cabeza, se preguntó donde estaba, se vio desnuda, manchas de sangre en las sábanas, el cuerpo desnudo del chico que la seducía. Se tapó con las sábanas el cuerpo debido a la vergüenza que tenía, lloró muchísimo, golpeó con los puños la espalda de su vejador diciéndole: que me haz hecho, que me haz hecho desgraciado. El chico ni con eso se despertaba, se dirigió a la ducha, se sentó, lloraba mientras el agua le caía sobre su cuerpo ultrajado.
......
Al despegar el avión rumbo a Canadá, recordaba las noches de locura en las discos de Barranco o Miraflores, cuando conoció a Augusto, el maldito día en que perdió su virginidad inconcientemente. Se arrepintió de vivir en el país el cual nunca debió pisar.

 

viernes 18 de enero de 2008

4) EL CLUB DE LAS LOCAS

 



Siempre andan juntas, se sientan en clase juntas, cada vez que el profesor les encomienda un trabajo lo hacen juntas (aunque eso no signifique que trabajen por igual) y si les une un integrante a su grupo de trabajo se sienten muy incómodas porque creen que ese individuo atenta su lazo amical. Después de la universidad se dirigen al taco, siempre paga Huarmey (le dicen así porque así se llama el distrito) porque a ella es la única que sus padres le dan propina ya que al resto con las justas les dan para su colectivo debido a sus bajas notas. A pesar que ellas viven en distintos distritos de Lima se las arreglan para verse los fines de semana, mintiendo o inventando cualquier excusa que las puede reunir los dos días.

El cuarteto de amigas está conformado por: Fiorela; es alta, una morena con nalgas y piernas bien proporcionadas, le encanta el baile (sobre todo la sala cubana) no es muy aplicada con sus estudios y es la más chonguera del grupo, siempre anda a la defensiva de los morbosos que se cruza en la calle o su universidad y siempre tiene mala suerte en el amor (sus enamoradores acaban engañándola). Romina, bajita, la feita del grupo (nunca ha tenido enamorado pero sabe dar consejos muy útiles para el amor debido a las novelas que ve por la T.V.), tiene una voz aguda muy pintoresca y sus amigas se burlan de ella cuando pronuncia la letra rr, su último empleo fue de recepcionista en un estudio de abogados y tuvo que renunciar porque no le quedaba mucho tiempo para verse con sus amigas.
Miriam, es más conocida como “Huarmey”, la llaman así porque siempre habla del distrito donde vive y también le cuenta a todo mundo que tiene una pizzería, es de igual de bajita como Romina, tiene actitudes pocos femeninas (sus amigas sospechan que es lesbiana), juega bien al taco y defiende a sus íntimas de cualquiera. El último integrante es Percy, es alto, cuerpo de físico culturista, va al gym tres veces por semana, no le gusta estudiar pero el estímulo para ir a la universidad es verse con sus íntimas, tampoco le gusta jugar fútbol pero sí ve partidos en la televisión para deleitarse viendo las gruesas piernas de los jugadores (sus favoritos son los italianos). Fue el último en integrarse al grupo, ya que al principio del ciclo era rechazado por los hombres debido a sus amaneramientos. Todas se llevan bien con todos del salón, excepto Percy, se pone celoso cuando los chicos de su clase se acercan a Fiorela con el fin de verle los senos y manosearla, a veces se le sale el hombre y le da ganas de trompearse con ellos pero a César no le dice nada pues sospecha que él también es gay y por lo tanto no hay peligro.

Están por terminar de ciclo, han planeado ir a la playa todos los días, pero a Huarmey no le gusta la idea y alega que se le pone la piel más negrita de lo que está; los demás piensan que esto es compresible porque en su casa no tienen agua y por ende no le gusta bañarse, pero igual la quieren.

Fiorela el fin de semana conoció a un chico en una disco de Barranco, bailaron mucho, se besaron, intercambiaron números de celulares pero no sus nombres y acordaron en encontrarse un día para conocerse más. Fiorela lo toma como una aventura, ya no cree en los hombres y los toma como juguetes para satisfacerse sexualmente pero en el fondo le gusto el chico y espere con ansias su llamada.
Cuando se encuentra con sus amigas, al día siguiente, les cuenta lo que le sucedió el la disco. Todas se alegran menos Percy (lo disimula muy bien), le da envidia porque él aún no encuentra a alguien a quien amar, ha intentado suicidarse un par de veces producto de su soledad sentimental. Le pide el nombre de la disco a Fiorela para ir éste sábado (piensa que quizá encuentre un plancito), Fiorela se lo da y a la vez le dice en son de broma: pero la disco no es gay, así que no te hagas ilusiones. Percy se enfada y le contesta: vas a ver que me consigo a un guapetón mejor al que te agarraste.

Llega el sábado, decide ir solo a la fiesta, se aburre de tomar en la barra y se pone a bailar electrónica en una esquina, procurando que nadie lo vea, de pronto se le acerca un tipo alto, musculoso, de piel blanca y ojos verdes y le pide bailar juntos, Percy lo rechaza, el tipo insiste y Percy le contesta: estás enfermo, no estamos en una discoteca gay, si nos ven bailando juntos no sacan a patadas. Entonces, vamos a otro lado donde podamos juerguearnos –sugiere el tipo- ¿Cómo te llamas? –pregunta Percy- Me llamo Alonso y tú? Soy Percy, pero ni loco que bailo contigo aquí si quieres llévame a un lugar más discreto –propone pícaramente Percy- está bien, salgamos de aquí. Toman un taxi, se besan desesperadamente, tocándose el miembro mutuamente, el conductor del carro los ve y está a punto de pedirles que se bajen del carro. Percy toma conciencia que lo que están haciendo no es correcto y pide a Alonso que se tranquilice. A donde estamos yendo? –pregunta Percy- a mi depa, aquí en los Cipreses. En el trayecto intercambian datos, celulares y más fluidos salivales. Al llegar al depa, Alonso saca un par de Barenas personales bien heladas, brindan por haberse conocido, tienen sexo intercambiando roles (pasivo y activo), consumen cocaína para reponerse de tan arduo trabajo realizado y prometen llamarse para encontrarse nuevamente.

Domingo en la mañana, Fiorela recibe el llamado del chico que conoció en la disco, le invita a comer unos helados y después a ver una peli, Fiorela acepta sin pensarlo, se citan en el parque Kennedy de Miraflores, al verse se saludan con un beso en la mejilla, comen helados (hasta el momento Fiorela no le pregunta su nombre), van al cine y ven Soy leyenda de Will Smith al salir de la sala Fiorela recuerda que aún no le pregunta su nombre y le dice: ¿cómo te llamas? Me llamo Ernesto, quieres ir a mi depa a tomar unos tragos? Así de frío me lo pides? –contesta Fiorela- Ernesto sonríe aceptando su torpeza y le pide disculpas, finalmente Fiorela acepta ir, suben al taxi, Ernesto le cuenta que estudia Literatura en San Marcos y trabaja en la agencia de viajes de su padre, que no tiene novia y que vive solo. Fiorela se sorprende que aún no hayan llegado a su destino y le pregunta si falta mucho y Ernesto hablándole al oído le responde: Ya vamos a llegar, mi depa queda en los Cipreses. Fiorela empieza a sentir miedo, piensa que Ernesto es un loco que quiere estrangularla o doparla para violarla y después chantajearla pidiéndole dinero a cambio de difundir las imágenes en YouTube.
Al entrar a su departamento, se sorprende del decorado (parece como si hubiera sido hecha por una mujer), en la mesa de centro de la sala, hay botellas de Barenas personales, y le pregunta: Tanta sed tenías? Eso es de unos previos que hice con unos brothers antes de ir a la disco. ¿Quieres una heladita? –pregunta Ernesto- ok, pero una no más, yo no soy de tomar sin razón alguna –aclara Fiorela- beben un par cada uno. Ernesto le confiesa trabajar clandestinamente de bailarín un lugar llamado Piso 14, tal confesión sólo produce en Fiorela una carcajada y travisamente reta lo reta a que le baile, Ernesto no duda en aceptar y sube el volumen de su radio y baila al ritmo de Impacto de Daddy Yankee (versión en inglés), quedándose solamente en ropa interior, Fiorela le demuestra que ella también sabe mover las caderas se pone de pie y bailan juntos. El ruido proveniente de la calle la despierta, se coloca su ropa rápidamente mientras contempla el cuerpo de Ernesto desnudo y le deja una nota: no dejes de llamarme.

Deciden no entrar a clases, ellas creen que los lunes son demasiados agobiantes para escuchar al viejito del profesor y deciden ir a comer unos helados a la cafetería de la universidad, Fiorela empieza el chisme contando todo lo que vivió con el bailarín, Percy también les cuenta su aventura con el chico de la disco demostrándole a Fiorela que a él también puede tener aventuritas. Fiorela le contesta: pero a mí me desean por lo que tengo, no por angustias sexuales. Las aventuras continuaron aproximadamente un mes, Percy recibía cargas por sus nalgas los sábados y Fiorela bailes privados los domingos. El juego a Alonso o Ernesto le resultó, sin falla alguna, su engaño continuó sin remordimientos, le encantaba llevar esa doble vida sexual, no sólo con Fiorela o Percy sino con cada persona ingenua. No se conformaba con un solo género, le gustaba amar y ser amado por un chico y una chica.
Un día a Fiorela olvidó su celular en la carpeta de Percy, éste de curioso revisa sus mensajes de texto, dándose con la sorpresa que el número del remitente era el mismo de Alonso, indignado y con lágrimas en los ojos sale de la clase en busca de Fiorela, la encuentra en el baño de mujeres (él sin ningún pudor, entraba a ese baño), le pide explicaciones por los mensajes y llegan a la conclusión que Alonso y Ernesto es la misma persona. Acuerdan en sorprenderlo, el sábado en su departamento.

Llega el día indicado, Alonso abre la puerta de su depa y Percy antes de entrar le dice: he venido con una amiga, al ver el rostro de Fiorela, Alonso se queda perplejo, sin qué decir y Fiorela solo atina a darle una bofetada y gritarle groserías irrepetibles. Alonso, llorando acepta su bisexualidad, pide perdón a ambos por engañarlos y solicita que lo comprendan y no lo juzguen. Ambos deciden perdonarlo y lo calman con besos en la mejilla, acariciándole el cabello, amanecen los tres desnudos en misma cama donde fueron amados anteriormente por Alonso. Comprenden que amar es compartir.

 

lunes 17 de diciembre de 2007

3) LA POSE DEL PERRITO

 

 

Al terminar de empacar la poca ropa que tiene y llevándose el libro que está por terminar de leer (La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela), deja una nota a Sebastián, su compañero de cuarto, diciéndole: Me voy a visitar a mis viejos, regreso el domingo en la noche, cuídate, César. Se dirigió a la avenida principal y paró el primer taxi que pasaba; sin discutir el precio, se sentó en el asiento trasero porque el aliento bucal del chofer lo asustó y le pidió si sería tan gentil de bajar el volumen de su radio y éste lo hizo sin chistar.
Mientras viajaba, pensaba en la excusa que usaría para ir a visitar a Joaquín, amigo de la infancia y amor platónico, la razón principal de su regreso a Lima; a cómo evadir las preguntas que siempre le hacen sus padres:
sí ya tienes enamorada, cómo te va en tus estudios, a qué rama del derecho se especializarás...
En el camino se quedó dormido, soñó que había ganado el premio Herralde de Novela por su primer libro, con lo que ya podía morir tranquilo, también soñó que Joaquín lo felicitó y para celebrar se fueron a un bar miraflorino y producto de la embriaguez, terminaron durmiendo juntos en el hotel más lujoso de Lima; el claxon de un trailer lo despertó de su maravilloso sueño y asustado le pregunto al taxista: ¿Dónde estamos? Estamos por la Arequipa, ya vamos a llegar – le contestó. Déjeme en el parque de los bomberos por favor. OK, joven – dijo el conductor.
Caminó apenas dos cuadras a su casa, saludó a dos vecinos que paseaban por el lugar, llegó a su casa, testigo inanimado de sus travesurillas con Joaquín cuando eran adolescentes, tocó su puerta, miró con espanto el color con que pintaron su casa, le abrió su abuela, la cual quiere muchísimo, le dio un fuerte abrazo, ya que después de cinco meses (lo que dura un ciclo) no la veía, entró a la sala y le preguntó por sus padres, están en la misa de salud por tu tía Jimena, hijito, después pasarán su casa para cenar, segurito que van a venir a media noche. Sólo estoy con tu hermano Ricardo que está arriba en su cuarto con su enamorada desde hace rato -le contestó su abuela con voz ronca, debido a su gripe.
Le dio un beso en la frente a su abuela y le pidió que le preparara una cremolada de piña (su favorita) y le avise cuando ya esté lista que iba a su cuarto a dejar sus mochilas y a darse un baño.
Subió rápidamente a su cuarto, mientras camina por el pasillo, escuchó gemidos y quejido del cuarto de sus padres, abrió la puerta sin hacer en menor ruido, observó a su hermano de espaldas en plena pose del perrito con Tania, se le inflamó el sexo de inmediato y recordó como Joaquín lo poseía en la misma cama y en la misma pose, produciéndole lágrimas de dolor. Se quedo aproximadamente un par de minutos hipnotizado hasta que Tania, que a pasar de sus gesto de dolor y a la vez de placer en el rostro no dejaba de parecerle bella, se dio cuenta por medio del espejo de la cómoda que César la espiaba, sólo atinó en mandarle, sin que Ricardo se diera cuenta, un beso volado, lo cual César le respondió de la misma manera y cerró la puerta discretamente.
Ya estando en su cuarto, se percató que estaba tal y como lo había dejado, sólo con un poco de polvo en sus libros y cama. Entro a la ducha, durante el baño con agua caliente se agitó el sexo imaginando en Tania y que era él quien la hacía gemir, también recordó que esa pose, era su preferida en las películas porno.
Se puso su ropa recién sacada de su mochila, se colocó de manera exagerada el perfume Brut que hurtó de las pertenencias de Sebastián, regresó a la cocina y su abuela se quedó dormida viendo su novela preferida en la televisión, se sirvió su cremolada y dirigió a la biblioteca, encendió la computadora, revisó sus mensajes en la bandeja de entrada, y entró al MSN poniéndose en estado de no conectado, dio una chekeada rápida a sus contactos conectados, para su sorpresa y felicidad Joaquín esta conectado bajo el nick: “Boda cancelada, soltería aún”. De inmediato le escribió: Porque ya no habrá boda, qué pasó. Joaquín no contestó, dudó que Joaquín esté frente al computador y le puso Joaquín estás ahí, porque no me contesta, ya estoy en Lima, si quieres voy a tu casa en este instante. Tampoco le contestó, molesto por la actitud de Joaquín decidió ponerle finalmente: Bueno, si estás molesto no te la agarres conmigo, yo sólo te quería ayudar. Después de cinco minutos Joaquín le contesta: Sorry brother, es que me estaba bañando, me quito al Iguana Rana de Barranco, si puedes bajas pues, Bye y cerró sesión sin darle tiempo a César que conteste. César pensó: Ni cagando voy a esa disco, puro marihuanero va ahí.
Otras de las conectadas era Camila, una chica que estudió con él sólo los primeros meses del ciclo y se fue diciendo que estudiaría para aeromoza en un instituto. César no sabía de ella desde que dejó la universidad, pero extrañaba sus bromas lujuriosas y esos labios carnosos recargados de lápiz labial rojo intenso. Camila era alta, algo hueca, con unos pechos sobresalientes por el escote que usaba y tenía un trasero que producía piropos groseros cada vez que caminaba por la universidad. César le pregunta: Hola flaca, que es de tu vida, en que andarás, rápidamente Camila responde, estoy de vaga porque no sé que estudiar y tú?. Ya acabamos el ciclo, estamos de vacaciones por dos semanas, estoy en Lima –responde César. Que chévere, cuándo nos vemos y salimos?... No sé, tú dirás, yo no tengo nada que hacer por dos semanas, cuando quieras voy a tu casa y conversamos ¿qué haciendo ahorita, qué planes para más tarde? -alega César. Yo, nada, solita y aburrida en mi jato porque mis viejos se fueron de viaje al sur y no regresan hasta después de año nuevo, porque no te vienes al toque y conversamos mejor. César sonríe pícaramente y le responde que le da temor salir tan tarde que le puede ocurrir algo en el camino y le parece tedioso llegar a su casa de madrugada. Pero no seas tonto, te quedas a dormir conmigo, “yo no muerdo, sino tú no quieres” -lo seduce Camila. César demora en contestar, no sabía que responderle, pensó que irá en venganza por el desplante de Joaquín pero a la vez tenía miedo en lo que pasaría en esa casa, aún no estaba preparado para su primera relación sexual con una mujer, una vez lo intentó con una prima pero se fue al baño a llorar y dejando a sus prima en calzones, no era capaz de traicionar a Joaquín.
Ya ps, estoy ahí en una hora, pero vas a estar no? No quiero ir y no encontrarte porque te fuiste con tu enamorado a alguna disco. Descuida, ya termine con mi enamorado, el pendejo me sacó la vuelta con mi amiga, por eso también es que estoy triste –contestó Camila. César se despidió de ella, cerró sesión, se fue a su cuarto, se topó con Tania en el camino, ni la miró, se echó más perfume, sacó dinero (bastante), se fue a la farmacia y nerviosamente compró un par de condones, trepó el tercer taxi que paró (los otros dos le pareció una exageración el precio que preponían de Lince hasta San Borja), le temblaba las piernas y no pronunció ni una sola palabra al taxista, tampoco le importó el volumen alto sonando reggeton, género que le parece espantoso y grotesco.
Le pidió al chofer que se detuviera en cualquier grifo, quería comprar cervezas y cigarros. Pagó lo acordado al conductor, agradeció y tocó el timbre de la casa de Camila. ¿Quién? –preguntó Camila por el intercomunicador. Soy yo César, ábreme rápido que aquí afuera hace frío. Camila rió, y le pidió que esperara un toque, que ya abriría. Espero un buen rato, si no abre en un minuto me largo –pensó César. Se abrió la puerta y Camila lo esperaba sentada en el sofá más grande, vestida con un jean azul bien atrepado y un polo licra de color celeste que le marcaba los senos, al verlo llevar se levanto y lo abrazó efusivamente, dejándole la huella de lápiz labial rojo intenso en el cachete. Lo invitó a sentarse, le preguntó por cada uno de sus amigos, abrieron las Barenas y Camila prendió los Lucky Strike, fumaba como china en quiebra, César se tapaba la nariz sigilosamente cada vez que Camila expulsaba el humo por la boca, pero cada vez que ella lo hacía le parecía sensual.
Desde que se sentó a conversar, César tenía el miembro semierecto; ella tomaba más que él, él todavía andaba por la segunda cerveza mientras ella habría la sexta. Camila le contó con lujos y detalles la ruptura con Leonardo, su ex novio, lo encontró besándose con su amiga en un parque frente a la casa de Leonardo. Derramó algunas lágrimas durante le contaba, César solo atinaba un secarle las lágrimas con su pañuelo, que casi ni usaba, pidiéndole que ya olvide a ese patán, que nunca la amo y solo estaba con ella por sexo y que ella es muy linda y rápidamente conseguiría un enamorado; ella no aceptaba esa idea porque ya había tenido varios fracasos amorosos y la mayoría estaba con ella solo por su cuerpo.
Tú me quieres de verdad o sólo porque quieres acostarte conmigo. Putamare, ya está borracha –pensó César y le contesto que si estaba ahí con ella es porque la considera una buena amiga y no tiene intenciones lascivas. Camila le dio un beso en la mejilla en agradecimiento a su sinceridad y rogó que todos los hombres fueran cómo César, si los hombres fueran como yo, todos serían putos –imaginó César.
Camila se levantó media mareada, efecto del alcohol, prendió la radio y puso Temblando de los Hombres G, sacó a César a bailar (era malísimo bailando), apretó su cuerpo con el de él y se balanceó por los costados, cayeron al piso, César encima de Camila, éste por impulso la besó y bajaba su mano tocándole las carnosas piernas; Camila tampoco se quedó atrás y se sacó el polo sintiendo el frío del parquet, al cabo de unos minutos, debido a los besos frenéticos de César, ella sólo estaba en ropa interior mientras él con el torso desnudo. Se bajó el pantalón hasta las rodillas manteniendo el bóxer puesto, rozando su miembro tieso con el de ella.
La relación sexual que tuvieron fue un desastre, él terminó antes que ella, sólo duró unos pocos minutos y lamentó no haberse puesto el condón. Al terminar César le pidió perdón por lo sucedido y ella le contestó entre risas que no se preocupe que Leonardo era peor (los dos rieron). César se puso nuevamente su truza, abrió dos botellas y dijo: Festejemos mi debut. ¿Qué debut? Fue tu primera vez, no jodas, yo pensé que eras un pájaro loco –se sorprendió Camila. César le confesó toda su historia, sus travesuras con Joaquín, su amor obsesionado por él, que no logra olvidarlo e intenta fijarse en una mujer pero la sombra de Joaquín aún lo persigue, pensó que era homosexual pero acaba de descubrir, gracias a Camila, su bisexualidad, sólo que él no hará escarnio ni fama de eso como el presentador famoso de la tele, el cual lo cae mal, todo esto se lo dice con lágrimas en los ojos.
Camila no puede creer lo que está escuchando, lo abraza y sólo le manifiesta su apoyo y ayuda para olvidarse de Joaquín, ella le reveló que también era bisexual, tiene una amiga cariñosa que le sirve se paño de lágrima cada vez que termina con un enomarado, pero que en realidad la quiere un poco. En ese momento, a César se le viene a la memoria en incidente que le paso en su casa, en el cuarto de sus padres, se le eriza el sexo cuando se lo cuenta a Camila, ella se caga de risa y le propone a César hacer lo mismo, él no la piensa dos veces y coloca a Camila en posición perrito, dirige su pene con las manos hacía la vulva de ella, olvidó ponerse nuevamente el condón y en su mente se imagina a Joaquín haciéndole lo mismo y amenazándolo:
Joaquín no te dejaré ir, hasta que no hagas ladrar.

 
 

Caminando por el campus de su universidad, dicho sea de
paso es tan grande que para trasladarse de una facultad a otra hay que hacerlo en auto, se encontraba César; a él no le importaba caminar tanto ya que disfruta hacerlo y tampoco le interesaba comprarse un carro porque es feliz con una vida veleidosa y solitaria y porque piensa que tener un auto significa gastar mucho dinero en gasolina. Pasaba por la facultad de Ciencias de la Comunicación, y en la puerta hay un letrero colgado que anunciaba un debate sobre el matrimonio gay, tema del cual él no es muy ajeno, decide entrar al auditorio y curiosear un poco hasta que esté por empezar su clase de derecho romano en su facultad. Se sienta en la última fila para pasar desapercibido, siente que está en un ambiente sereno como para un debate, él esperaba un ambiente conflictivo o al menos lleno de discusiones acaloradas. Al pasar apenas diez minutos se para del asiento y se va decepcionado, el debate le pareció un desastre, el moderador balbuceaba y hacia preguntas inadecuadas o salidas del tema, ya quisieras ser como Alfonso Tealdo ­–murmuró al salir al auditorio; la panelista, una lesbiana frustrada que no podía hablar calmadamente sino gritar para que todos le presten atención y un pastor andaba perdido o nervioso a cada pregunta del público sin saber qué contestar.
Se dirige a la cafetería de esa facultad y le pide al mozo una cocacolita bien helada. Saca de su mochila los periódicos que se robó de la recepción de la universidad, lee uno por uno detalladamente; todos narran la firma del tratado del TLC de su país con Estados Unidos; mientras lee el último periódico que aún le falta, recuerda que debe escribir un artículo de actualidad para el semanario de su facultad y no se le ocurre otra cosa que escribir sobre el TLC firmado.
A César muy poco le gusta la política, a pesar que estudia obligado por sus padres, derecho, ya que él quisiera ser un escritor y llevar una vida bohemia como los todos escritores. Empieza por describir los lados positivos que traerá esta firma y finaliza aconsejando al presidente (si por él fuera le daría un golpe de estado y convertiría a su país en un Sodoma y Gomarra donde todos se amen libremente y vivan sin complejos foráneos) a defender la soberanía del estado y muchas cosas que él nunca haría. Le fustiga escribir artículos sólo para dos o tres personas de su aula interesadazas de verdad con el tema porque para los hombres de su aula lo único preocupante es no haber dejado embarazadas a sus enamoradas en el polvo del fin de semana y a las mujeres en verse regias e ir al gimnasio todos los días. Pero lo hace para ganarse la media beca que otorga la universidad a los alumnos más aplicados y sobresaliente de cada ciclo y poder gastarse la mitad del dinero que le sobrará en novelas de autores desconocidos (él piensa que son las mejores) y comprarse una lap-top para ya no esperar o buscar un laboratorio de computo vacío o con máquinas disponibles y una vez ganada la media beca, mandar al carajo al profesor borrachazo, derechista que sería capaz de privatizar hasta el órgano por donde nació que le instiga pidiéndole artículos los fines de semana para ser publicados.
Al costado de su mesa observa a un sujeto escribiendo frenéticamente en un BlackBerry, le parece que el tipo está molesto o desesperado por algún motivo, no se atreve a pararse y preguntarle el porqué de su estado de ánimo. De pronto tira al suelo el instrumento de plástico con que escribía en su aparato, César se hace el desentendido o como si con él no fuese la cosa y voltea rápidamente la mirada producto del miedo. Se levanta de su silla y da unos pasos, pisa el lápiz de plástico y se agacha a recogerlo, va hacia el tipo alto, de tez blanca y de ojos verdes y de aspecto andrajoso y con la cabellera larga, barba crecida, llevaba encima de sus piernas una mochila tipo incaica, pero a pesar de eso no deja de parecerle simpático le pregunta ¿esto es tuyo? y el individuo le contesta ¿tú qué crees?. César no sabe qué contestar, no quisiera que el tipo le diera un golpe o le grite improperios por entrometido, deja el lápiz de plástico en la mesa y se dispone a retirarse pero el fulano lo invita a sentarse y le pide disculpas por contestarle de esa manera, César acepta sus disculpas y se sienta de inmediato preguntándole su nombre, el hombre le contesta me llamo Francisco Belaúnde pero llámame Pancho, qué apelativo para más chistoso le contesta César. Estoy vendiendo mi BlackBerry, barato no más para los amigos. No tengo dinero, todavía mis viejos no me mandan mi pensión –le responde César y a la vez se tapa disimuladamente la nariz porque no soporta el mal aliento de Pancho y le da asco su cara grasosa y piensa que éste terminará robándole la poca plata que lleva consigo. ¿Necesitas urgente el dinero? ­–le pregunta César y Pancho demora unos segundos en contestarle Sí, bueno no muy urgente pero si me pagan ahora sería mejor ¿Estás interesado? No, pero a mi compañero de cuarto le interesaría tu máquina, déjame tu celular y yo te llamo para darte su respuesta –le dijo César como para salir de la cafetería y respirar aire fresco, Pancho se da cuenta que César quiere irse de inmediato y lo interroga ¿Tienes algo qué hacer o te doy miedo? César se queda atónito ante su pregunta No como crees lo que necesito es ir al baño. Buena idea –le contesta Pancho-
yo también necesito ir al baño, vamos.
Se ponente pie y caminan en dirección al baño, mientras lo hacen no se hablan, sólo César tiembla un poco por temor a Pancho. Orinan en el único inodoro vacío y César agacha la mirada discretamente a verle el pene (como lo hace con los todos) y piensa Cochinito pero aventajado. No se escurre el sexo al terminar de miccionar por temor que Pancho note su minúsculo miembro, Pancho sí lo hace y por poco a César bota un poco de saliva de su boca. Salen de los servicios higiénicos en dirección a la facultad de Derecho que para sorpresa de César, estudian en la misma facultad pero en diferentes ciclos, Pancho un ciclo más adelantado. ¿Lees mis artículos en el semanario? –le consulta César- Sí pero no me gustan, me parece leer al profe de derecho romano, así de igual habla el puto ese –dice Pancho. César se justifica diciéndole que lo hace para que el profe lo ayude a conseguir la media beca y Pancho le recomienda que no se acostumbre porque si sigue así a va a llegar a privatizar hasta trasero.
César le propone a Pancho a que lo acompañe a su depa porque se ha olvidado unos libros urgentes para su clase y Pancho muy condescendiente acepta su invitación. Llegan al depa, César hace un inventario rápidamente visual de lo que tiene en su cuarto con el fin de que Pancho no se valla a robar nada. Lo invita a sentarse en su cama mientras él busca los libros que le hacen falta. Pancho saca marihuana de su cartuchera y consulta a César si no le molestaría que fume en su cuarto, César admite que fume pero que abra las ventanas para que le olor a hierba no se queda impregnado en su cuarto y también le advierte que no cuente con él para el relax, que ya dejó eso hace mucho tiempo. Pancho arbitrariamente enciende el equipo de sonido y pone Mr. Jones de Counting Cross (su canción preferida Pancho odia el reggeton). César se hechiza por la manera en que Pancho mueve el tórax de atrás hacia delante y se da cuenta que Pancho comenzó a llorar repentinamente, se asusta, no sabe si sacarlo de su depa o consolarlo. ¿Qué te sucede Pancho, porque lloras? –le pregunta asustado. Pancho no controla su llanto y se tira al piso encogiéndose como si fuese un niño. Le cuenta a César que acaba de terminar con su novia, (que vive en otra ciudad) vía messenger en la cafetería, debido a que ella no soporta que él siga fumando más hierba, Pancho se justifica que lo hace porque la hierba es la única que lo comprende, que está cerca de él a cada instante y sabe cómo aliviar sus penas y dolores. Ha hecho mil intentos por dejarla pero no encuentra un remedio más efectivo. Sus padres se divorciaron cuando él aún tenía cinco años y tuvo que vivir en un albergue ya que no se ponían de acuerdo en quién se quedaría con ‘el paquete’, como lo llamaban. Necesitaba vender su BlackBerry, el único medio de liberación al mundo de la cárcel que le parecía la universidad, para cancelar al menos dos meses de su pensión y duerme en un cuarto compartido con otros dado por la universidad a chicos con problemas económicos pero quisiera largarse de ese espantoso lugar lleno de pulgas y está harto que le roben su ropa cada vez que se va a estudiar.
Después de desahogarse se queda dormido en el piso, César le acomoda una almohada a la cabeza y le acaricia el cabello rubio y la cara grasosa (como lo haría una madre con su hijo). Rebusca entre sus cosas y encuentra sus ahorros y mete en el bolsillo la cantidad que Pancho le pidió por el BlackBerry pero no desea el aparato. Tres horas después, despierta Pancho y le pide disculpas a César por lo ocurrido y éste le contesta que no se preocupe que a él también le ha pasado. Se despiden con un caluroso abrazo prometiéndose a verse en la cafetería a la misma hora.
Semanas después César pregunta en la secretaría de su facultad por el alumno Francisco Belaúnde y la secretaria le responde que ese alumno se ha retirado de la universidad. César entristece, pero lo oculta en su rostro, agradece a la secretaria por el dato y se va al baño a llorar decepcionado, pensó en poder transformar la vida del andrajoso de la cafetería, enseñarle a vivir con la finalidad de alcanzar sus sueños, a dejar la marihuana como él lo hizo, al salir del baño reflexiona que hubiese sido mejor si se quedaba con el BlackBerry.

 

 

Apenas termina su clase de inglés, la cual no presta atención porque le disgusta el tener que aprender un idioma obligadamente para su título, se dirige a un kiosco a comprar las papas fritas de la marca que más le gusta y después de comprarlas entra nuevamente a la universidad, odia tener que enseñar su identificación cada vez que quiere entrar.
Va a un laboratorio de cómputo y tiene que esperar que éste se desocupe, odia esperar para poder sentarse en la primera máquina vacía que ve y lo tiene que hacer deprisa ya que detrás de él hay más de veinte alumnos esperando conseguir una máquina también. Saca de su mochila las papas fritas que se compró y comienza a comer y a la misma vez entra a chequear su correo electrónico, apenas han pasado cinco segundos se le acerca un enano con acné en la cara y un carné en el pecho que dice logística y le dice amigo no puedes comer aquí y tenemos disponible la sala de cómputo hasta las dos. No se preocupe –contesta- terminaré antes de las dos y disculpe por comer.
Porque así era César respetuoso, calmado, hablaba lo necesario pero por dentro pensaba enano igualado porque no me dejas en paz y te vas a la mierda. Piensa mandarle un mail a su mejor amigo del barrio que no ve hace aproximadamente seis meses, demora en pensar qué escribirle, no quiere hacer una carta larga y pesada porque lamentablemente a Joaquín no le gusta leer mucho y se aburriría al hacerlo.
Empieza contándole que ya empezaron sus clases de derecho en una universidad de clase media a las afueras de Lima y que vive en un departamento cerca de la universidad para evitar el viaje de tres horas todos los días en un colectivo lleno de gente aplastándose entre ellos porque la mayoría de los colectivos son pequeños pero a pesar de eso el cobrador mal oliente deja subir más personas de las que debería para ganar más dinero.
El amigo con quien vive se llama Sebastián y es enteramente heterosexual y César no se atrevería a seducirlo o mandarle indirectas porque una vez le dijo que a su depa no entran cabritos pero César se muere de ganas de besarlo cada vez que lo observa desnudo cambiándose para ir a la universidad, se relame lo labios cuando observa el bulto que sobresale de Sebastián cuando éste se amarra la toalla en la cadera al salir de baño. César a veces solo en el depa se masturba pensado en Sebastián, deseándolo con desenfreno, recordando sus nalgas bien proporcionadas. También le cuenta que a veces se arrepiente de estudiar derecho que lo suyo es sólo escribir para desahogarse y ganar y vivir del dinero que produce sus novelas publicadas. Se esmera para que la carta no delate su amor por él, no le pone “te extraño” para Joaquín no termine eliminando de su bandeja de entrada la carta que con mucho cariño le escribe y diga este cabro otra vez con sus cosas porque tristemente Joaquín no soporta a César cuando se pone en plan gay y cuando le recuerda lo feliz que lo hizo cuando tenían doce años y aprovecharon la ausencia de los padres de Joaquín en su casa y tuvieron sexo por primera vez, que se besaron todo el cuerpo y se prometieron ambos a ser felices y amarse y nunca avergonzarse por eso.
César una vez amenazó a Joaquín con contarle a la enamorada que Joaquín tenía en cuarto grado todas las cosas que hacían cuando estaban solos o la vez que la familia de los dos se fueron a una playa del sur y en el ómnibus sin que nadie los vea se dieron sexo oral ambos, lo amenazó porque César le daba rabia que Joaquín se haya distanciado de él por culpa de su noviecita y le daba un plazo de una semana para que terminara con ella. Joaquín siempre atribuye a estos hechos que estaba confundido de pequeño y simplemente fue un error lo que hizo y que nunca más volverá a suceder porque él es bien hombre y ahora le gusta solamente las chicas. César aprovecha para invitarlo a comer y salir a pasear un día en que los dos estén libre, porque lamentablemente César no tiene mucho tiempo para distraerse, su única distracción es verle las nalgas y los genitales a Sebastián mientras éste se baña, pasa casi todo el día estudiando leyes, leyendo constituciones que muy poco le importa y apenas duerme cuatro y cuando estuvo con suerte seis horas.
Le cuenta también que vio a su hermano Ricardo hace unos meses cuando compraba libros en el Jr. Quilca y que apenas Ricardo lo saludó de lejos no más por cortesía porque César y Ricardo se detestan no pueden estar unos minutos sin pelearse ni insultarse mutuamente. Odia que Ricardo lo llame brito y lo anuncie cuando llega a visitar a su hermano Joaquín a su casa como Joaquín te busca tu novia la César, una vez se agarraron a golpes por iniciativa de César y obviamente siempre pierde en esas riñas, porque es muy delicado para pelear y le disgusta hacerlo pero por dignidad varonil, que por cierto es muy poca ,tiene y debe limpiar su honor. César siempre quiso ser hermano de Joaquín para estar a su lado en todo momento, ayudarlo en sus tareas porque Joaquín no le gustaba el estudio sino el fútbol mientras que César le encantaba leer y ser el primero de su clase pero a pesar de eso los dos eran compatibles se querían como hermanos, disfrutaban ver películas porno y hacer competencia de quien se demora más en masturbarse, comer mucho helado de chocolate y jugar Play Station y era Joaquín quien siempre ganaba porque César nunca fue diestro con los video juegos, le aburría aplastar botones y matar mutantes no le encontraba sentido.
En la mail le pide a Joaquín que le envíe su nueva dirección de su casa porque lo único que sabe es que se ha mudado a otro distrito más pituco o acomodado, le pide que le diga a su mamá muchos saludos de su parte y que la felicite por el hijo que tiene, obviamente por Joaquín porque a Ricardo considera una escoria y un mantenido que a pesar de sus treinta años aún no puede conseguir trabajo. Lo felicita porque se ha enterado que tiene una novia con la cual se casará pronto y espera que lo invite a ser su padrino de bodas, aunque por dentro llora lágrimas de sangre el haber perdido a su primer y único amante porque para desgracia de César en su universidad los chicos son unos enanos creídos y calenturientos y que el único gay salido del closet que conoce le confesó en la cafetería que sólo era pasivo. Le miente contándole que él también tiene una novia y que nunca piensa casarse porque cree en la relación abierta sin límites, también le cuenta que las chicas de su universidad son todas unas microscópicas con complejo de Paris Hilton y la única chica que capta su atención se llama Rebeca que lamentablemente tiene enamorado, otro microscópico que apenas le llega a la mejillas porque, César hace el intento en ser al menos bisexual, poder amar a un chico y una chica a la vez y poder acostarse con los dos al mismo tiempo.
César sólo se fija en chicas inteligentes y que tengan la cara bonita ya que el cuerpo piensa que es lo de menos, lo más importante considera César es la primera impresión. Se despide escribiendo que espera con ansias una respuesta de parte de Joaquín, que revisará su correo electrónico todos los días con el fin de encontrar una réplica a su carta. Mientras digita sus últimas palabras, el enano con acné en la cara se acerca donde está César y le pide por favor que vaya guardando sus archivos que la clases de ofimática está por empezar. César le contesta está bien señor en este mismo instante termino pero piensa enano hijo de puta, déjame escribirle a mi chico y búscate uno que te dé con ganas por el chico.

 
 
   
 
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